Ruta por el Valle del Corneja

Ruta por el Valle del Corneja

A bordo del Opel Insignia nos dirigimos al Valle del Corneja se sitúa en la parte oeste de la provincia de Ávila, y recibe el nombre por el río Corneja. Se puede acceder también a este valle desde Salamanca atravesando el puerto de la Peña Negra. 

El paisaje está inundado de Encinas, chopos, avellanos olmos y robles. Y la fauna es muy rica y variada, jabalí, gato montés, tejón y la cigüeña, merodean por este valle. 

La profusión de alojamientos rurales en la zona permite el descubrimiento de los distintos lugares que, como al principio se apuntaba, aparecen cargados de historia. los cafés de estilo antiguo termina nuestro día.

Piedrahíta es la cabecera de la comarca, la cual debería ser visitada especialmente en la feria del Caballo que se celebra en torno al 18 de Agosto, cada año.

También en junio, se celebran las jornadas Goyescas donde se hace una vuelta al pasado. Es una localidad preparada para tapear, comer de día, cenar y salir de marcha. Bonilla de la Sierra, ciudad episcopal fortificada, con una bella plaza con soportales.

Villafranca de la Sierra, enclave fantástico por la belleza de sus parajes. Además pasaremos por las localidades de Villanueva del Campillo, donde se encuentra el verraco de origen celta más grande de Europa.

En Aldehuela, nos encontramos con una plaza del pueblo que es el claustro gótico de un antiguo convento.

Ficha técnica ruta

Desde Madrid, la A-6, hasta llegar a la Salida 81, dirección Ávila. Cogemos la AP-51, con su prolongación la N-110 y desde aquí hasta piedrahíta, que son 60 km.

¿Donde dormir?

El turismo rural es muy variado y acogedor. En cualquiera de las localidades del valle podremos alojarnos y disfrutar de la hospitalidad abulense.

¿Qué visitar?

La Horcajada, 2 ermitas, 1 iglesia y casas blasonadas, hacen de ella una villa histórica. La multitud de iglesias que componen este valle, en localidades como Aldehuela, Hoyorredondo, El Mirón…

¿Donde comer?

Son abundantes los locales donde se pueden degustar sopas, legumbres, judías de Villafranca o del barco, patatas revolcones, chuletones de ternera, cabritos, cochinillos y truchas, amén de ensaladas de la huerta y frutos de invierno.

Con la misma ilusión que cuando empecé hace 25 años.
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