UNA DE CADA CINCO PYMES AUMENTARÁ SU FLOTA EN LOS PRÓXIMOS TRES AÑOS
De la misma manera que las pymes son el motor de la economía española, creando más del 80% del empleo y situando a España como referencia de la recuperación en Europa, destacan también fuera de nuestras fronteras como impulsoras del parque corporativo. De esta forma, el 17% de las pequeñas y medianas empresas españolas prevé aumentar su flota en los próximos tres años, frente al 12% de las europeas, según revela la última edición del Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval, compañía de movilidad de BNP Paribas.
El estudio –realizado entre más de 4.500 gestores de flotas de pymes y grandes empresas de quince países para determinar las tendencias actuales y futuras del vehículo de empresa- muestra cómo las diferentes velocidades de crecimiento que rigen la Eurozona tienen un fiel paralelismo con la evolución de sus flotas, de manera que la recuperación de los indicadores macroeconómicos será la batuta que marcará la política de coches corporativos en cada país.
Así, las compañías de los países del Eurogrupo que lideran las previsiones de crecimiento económico en los próximos tres años son también las que presentan una mayor perspectiva de desarrollo en materia de flotas durante este periodo. De esta forma, España –con una previsión de aumento del PIB del 3% en 2018, sólo superada por Polonia, con un 4%- se convertirá en la locomotora entre las grandes potencias europeas, recogiendo los frutos tras un largo periodo de recortes. En este sentido, no sólo doblará la media europea (5%), sino que adelantará a países de referencia como Alemania (1%) o Francia (5%), que llevarán un ritmo de crecimiento económico más gradual.
Cuadro 1. Variación de flota por países en los próximos tres años
País | Empresas que aumentarán sus flotas a 2018* (%) |
PIB en 2018** (%) |
Alemania | +1% | +1,2% |
Holanda | -5% | +1,6% |
España | +11% | +3,0% |
Francia | +5% | +1,7% |
Polonia | +10% | +4,0% |
Reino Unido | +19% | +2,3% |
Portugal | +1% | +2,5% |
Europa | +5% | +2,1% |
*Balance entre las pymes que prevén aumentar/recortar flota
**Previsión de la CE
Fuente: CVO 2015
Más acceso a financiación
De esta forma, los datos del CVO muestran cómo al hilo de la recuperación económica se va resolviendo la falta de financiación que bloqueaba la actividad de las empresas años atrás. Actualmente, sólo el 6% de las pymes alega dificultades de acceso al crédito para invertir en flota, lo que supone un descenso del 77% con respecto a hace tres años.
Así, si bien en la edición anterior las pymes mostraban una clara falta de interés por los vehículos de empresa, augurando incluso el retroceso del 2% en su parque corporativo a tres años vista, la “mejora de caja” les permite centrarse de nuevo en una partida tan estratégica para su actividad como es la flota.
De esta forma, tras un largo periodo de contención presupuestaria, las medidas de ajuste tocan suelo, reduciéndose prácticamente a la mitad el porcentaje de pequeñas y medianas empresas que recortan la partida destinada a flotas en los últimos tres años, al pasar de un 49% en 2013 a un 23% en 2015.
Un cambio de mentalidad en la pyme
A la hora de financiar estos coches, el informe promovido por Arval detecta por primera vez un cambio de mentalidad en la pyme. Así, aunque siguen muy arraigadas en la cultura de compra –método de financiación utilizado por el 43%, cinco puntos porcentuales menos que las europeas-, aumenta su interés por fórmulas ‘todo incluido’ que hagan más rentable su negocio.
De esta forma, el 26% de las pymes –frente al 10% del año pasado- reconocen que el principal criterio a la hora de elegir vehículo es el coste total de la propiedad (TCO), es decir, no sólo tienen en cuenta el precio inicial de adquisición, sino todos los servicios derivados del uso, con una visión más largoplacista que la mera compra. Así, siguen poco a poco la estela de las grandes empresas españolas, donde la penetración de métodos de financiación como el renting alcanza casi el 60%, situándonos a la cabeza de Europa, sólo superados ligeramente por Francia (61%).
Según el director del CVO, Alejandro Madrigal, “las pymes empiezan a entender que la movilidad no es sólo tener el coche; empiezan a comprender que es más rentable invertir en toda una batería de servicios incluidos en una única cuota mensual deducibles fiscalmente que gastarse el dinero en un activo, del que además tendrán que asumir todos los riesgos financieros derivados de la depreciación; unas ventajas que la gran empresa tiene totalmente interiorizadas”.
Reformas fiscales para alternativas a la compra
El interés de las pymes hacia fórmulas de financiación más ventajosas fiscalmente que la compra también tiene que ver con la reformas que actualmente impulsa la Administración para contribuir al desarrollo del parque corporativo. De esta forma, la cesión en especie por parte de las empresas a sus trabajadores, de vehículos que emitan menos de 120 gramos por kilómetro –modelos que concentran más del 75% de las matriculaciones por su bajo consumo- tendrá una reducción del 15%, en el IRPF y del 30% en el caso de los eléctricos, que actualmente tienen una presencia totalmente residual en el parque corporativo (1%).
Iniciativas públicas de este tipo explican también que el uso privado de la flota vaya calando cada vez más entre las pymes. De esta forma, sólo en el último año el porcentaje de empresas que implantaron esta medida pasó del 17% al 21%; una práctica que, curiosamente, se retrae cinco puntos entre las grandes corporaciones, hasta situarse en el 41%.
Europa, por delante de España en conducción compartida
Según el CVO, este retroceso se debe a que las grandes empresas son más proclives a fórmulas de movilidad compartida de uso mixto como el carsharing. Concretamente, multiplican por tres su penetración con respecto a las pymes, estando implantada esta fórmula en casi el 10% de las grandes corporaciones, la mitad que en Europa, donde hace tiempo que lo conciben no sólo como una solución práctica sino como una manera de proyectar una imagen de empresa “a la última”.
Sin embargo, la aplicación de la tecnología a la gestión de flotas no es algo que en España nos resulte ajeno. De hecho, en el uso de la telemática, las grandes empresas españolas superan a sus homólogas europeas en cuatro puntos porcentuales (24%). Lo más llamativo es también que mientras en Europa se le dan un uso mucho más fiscalizador, en España tiene un objetivo de mejora continua y, sobre todo, de reducción del gasto.
De esta forma, mientras que para casi el 40% de las grandes empresas europeas el principal uso es el de mantener localizados los vehículos de la flota, en España es monitorizar parámetros técnicos del coche para rebajar los gastos de mantenimiento y reparación de los vehículos (26%), seguida de la reducción del consumo de carburante (24%).
Curiosamente, el revulsivo que ha supuesto la aplicación de la tecnología en la gestión de la flota para reducir el gasto ha propiciado que las empresas españolas sean cada vez menos sensibles al precio del carburamte. De hecho, en el último año se han reducido a la mitad las compañías que consideran que si el litro de combustible se encarece, recortarán su flota.
Según Alejandro Madrigal, “el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a la flota ha transformado completamente la movilidad desde el punto de vista de la gestión y el control del gasto. En Europa, en cambio, la telemática se utiliza mayoritariamente para detectar usos no autorizados de la flota. De hecho, el porcentaje de empresas europeas que lo emplean para este objetivo dobla a las españolas, lo que hace que aquí sean vistas con menos recelo por los conductores”.
El Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO) es una plataforma fundada en el año 2002 y lanzada en España en 2008 con el objetivo de servir de foro experto e internacional para el intercambio de información entre todos los profesionales de la gestión de flotas de vehículos (responsables de flotas, fabricantes, proveedores del sector…). Actualmente, este barómetro está presente en quince países, estudiando las prácticas actuales y las tendencias de futuro del sector, centrándose en todos los aspectos de movilidad de las empresas. En esta última edición se analizan aspectos como los criterios a la hora de elegir coche o el uso de la telemática, por poner sólo algunos ejemplos.