Toyota y Repsol apuestan por el hidrógeno renovable
Toyota España y Repsol tienen entre sus principales líneas de actuación el impulso de las tecnologías cero emisiones netas para contribuir a la descarbonización de la sociedad. Esa ambición compartida ha llevado a ambas compañías a firmar un acuerdo de colaboración para impulsar el uso de hidrógeno renovable para descarbonizar el transporte durante los próximos años.
A través de esta alianza, Repsol y Toyota España ofrecerán a sus clientes una solución integral para la movilidad basada en hidrógeno renovable, que incluye vehículos Toyota con pila de combustible impulsados por hidrógeno renovable disponibles en el mercado español desde el año 2015 y actualizados en su última versión comercializada desde el año 2021. Estos vehículos podrán utilizar alguna de las soluciones de repostaje de hidrógeno en las que está trabajando Repsol, a medida para las necesidades de cada cliente.
Toyota y Repsol comparten la visión de que el despliegue de la movilidad basada en hidrógeno se impulsará, en una primera fase, a través de flotas profesionales, e irá desarrollándose a medida que madure el mercado. Para promover este despliegue, los futuros clientes que estén interesados en descarbonizar sus flotas de vehículos mediante los modelos de pila de combustible de Toyota podrán repostar el hidrógeno renovable en la red de puntos de suministro que Repsol planea instalar en los principales corredores de movilidad y logísticos de la Península Ibérica.
Este acuerdo representa un nuevo paso en el camino hacia la descarbonización, en línea con la madurez de las tecnologías basadas en el hidrógeno.
Let’s Go Beyond
Bajo su visión Let’s Go Beyond Toyota quiere ir más allá de los vehículos cero emisiones, con el objetivo de alcanzar una sociedad conectada sin emisiones basada en el hidrógeno.
La hoja de ruta de la electrificación de Toyota, con la vista puesta en una sociedad sin emisiones de CO2, marca cómo la compañía quiere alcanzar una sociedad en la que las tecnologías electrificadas sean la base de la movilidad. En esta ruta hacia la electrificación, Toyota colabora con empresas cuyos objetivos también estén encaminados hacia un mundo más eficiente, realiza todas sus actividades bajo el compromiso de minimizar al máximo el impacto medioambiental optimizando el uso de todos sus recursos y apoya acciones donde el hidrógeno es el gran protagonista como fuente de energía limpia y sostenible y está llamado a jugar un papel estratégico en el futuro de la movilidad.
Toyota trabaja desde su origen para hacer frente a los retos medioambientales, situando las tecnologías en torno al hidrógeno en primer plano y tratando de convertirlo en la fuente de energía principal de la sociedad del mañana. Una sociedad futura en la que no solo no habrá emisiones, sino que además las personas, los edificios y los vehículos estarán conectados en un ecosistema único, que dará lugar a una sociedad mejor, con la movilidad para todos como eje, una movilidad que va más allá de los automóviles y que tiene que ver con superar retos y hacer realidad los sueños.
La visión de Toyota sitúa al hidrógeno en el centro de la sociedad del mañana. Porque el hidrógeno es una fuente energética ilimitada, que se puede obtener de forma sostenible, es fácil de almacenar y transportar y puede utilizarse en ámbitos muy diferentes, desde el transporte de mercancías hasta la climatización de hogares y edificios o el abastecimiento de energía para el funcionamiento de plantas de producción.
El hidrógeno es un medio limpio y eficiente para producir electricidad, no genera más que agua y no es vulnerable a las fluctuaciones en la oferta de suministro como sucede con el petróleo. Además de no generar emisiones de CO2 al utilizarse, presenta también una mayor densidad energética que las baterías que almacenan electricidad, de forma que promete tener el mayor efecto sobre la necesaria descarbonización del planeta.
La apuesta por el hidrógeno es parte fundamental en el Desafío Medioambiental Toyota 2050 y puede contribuir de forma destacada a uno de los principales objetivos de Toyota como compañía, alcanzar una auténtica armonía entre la sociedad y la naturaleza.
Para ello, además, Toyota ha liberado en los últimos años más de 5.600 patentes tecnológicas relacionadas con el hidrógeno, de forma que otros fabricantes puedan utilizarlas sin abonar derechos y se sumen al objetivo de lograr que el hidrógeno sea la fuente de energía principal en las próximas décadas. Toyota también colabora en este sentido con otras marcas del sector y entidades públicas y privadas desde hace años.
La apuesta de Toyota por el hidrógeno forma parte de una hoja de ruta de la electrificación, que arrancó hace más de 20 años con el nacimiento de la tecnología híbrida y la primera generación del Toyota Prius (1997). Así, la estrategia de desarrollo de vehículos electrificados —híbridos eléctricos (HEV), híbridos enchufables (PHEV), eléctricos de batería (BEV) e híbridos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno (FCEV)—, en la que se trabaja desde hace décadas, demuestra el compromiso Toyota con el medio ambiente y la sociedad.
Repsol, una sólida estrategia de hidrógeno renovable
Repsol se ha marcado el ambicioso objetivo de convertirse en una compañía cero emisiones netas en 2050. Para ello, se encuentra inmersa en un proceso de transformación que, basado en la neutralidad tecnológica, se apalanca en el crecimiento del negocio de energía renovable, la economía circular, la eficiencia energética, el hidrógeno renovable y las tecnologías de captura, uso y almacenamiento de CO2 (CCUS por sus siglas en inglés), como ejes principales.
Para descarbonizar la movilidad, Repsol apuesta por un modelo energético que combine todas las soluciones disponibles, complementarias entre sí, que permitan una descarbonización rápida y eficiente en costes, como la electrificación, los combustibles renovables y sintéticos y el hidrógeno renovable.
Repsol cuenta con una sólida estrategia de hidrógeno renovable con el objetivo de liderar la industria en la Península Ibérica y tener un papel protagonista en Europa. Para ello, prevé alcanzar 552 MW de capacidad instalada en 2025 y 1,9 GW en 2030, con inversiones estimadas de 2.549 millones de euros. La compañía multienergética tiene entre sus grandes proyectos electrolizadores de 100 MW, que se situarán en los complejos industriales de Petronor y Cartagena, y de 150 MW, en Tarragona.
Repsol desarrolla también proyectos de menor escala, como el electrolizador de 30 MW de Puertollano, que ayudará a mitigar 41.000 toneladas de CO2 al año, o el electrolizador de 30 MW que instalará en una zona de Transición Justa, en el municipio de Cerceda (A Coruña), y que se destinará a uso industrial para sustituir el hidrógeno convencional que actualmente utiliza el complejo de Repsol en A Coruña, así como para impulsar la movilidad. Ambos proyectos han sido seleccionados por el IDAE, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, como adjudicatarios de financiación.