PRUEBA TOYOTA LAND CRUISER 3.0 D-4D 173 CV AUT

REBELDIA PARA EL CAMPO

La aparición del nuevo Toyota Land Cruiser trajo consigo una renovación profunda de este modelo, tanto en el exterior como en su interior.

Está disponible con carrocería de tres puertas desde 38.400€ o de cinco puertas a partir de 41.300€. La versión de cinco puertas, de la cual hemos realizado la prueba, es 45 cm más larga y puede tener hasta siete plazas. Ambas carrocerías montan un motor Diesel de cuatro cilindros 3.0 D-4D de 173 CV, aunque la de carrocería de cinco puertas también puede llevar uno de gasolina 4.0 litros V6 de 282 CV.

Desde marzo de 2010 se puede adquirir una versión denominada R-Edition, con el mismo motor Diesel 3.0 D-4D pero 204 CV de potencia en lugar de 173 CV, soportando un sobrecoste de 2.050 €.

El Toyota Land Cruiser destaca por su capacidad para circular fuera del asfalto y por la comodidad en carretera y pistas reviradas. Y con unas medidas de 4.760 mm de longitud, 1.885 mm de anchura y 1.845 mm de altura, da cabida a 5 pasajeros, y un maletero muy generoso, llegando incluso a 7 pasajeros, dejando el espacio de carga bajo mínimos.

El Toyota Land Cruiser de la prueba de hoy monta un motor 3.0 litros D-4D y 173 CV de potencia, unido a una caja de cambios automática – secuencial de 5 velocidades, con nivel de acabado VXL, al cual se le ha añadido el navegador.

01-10-2010 Agustín Conde

Diseño

Se ha modificado su línea, más moderna y deportiva, pero sin perder sus rasgos robustos de 4×4 puro. La serie 150 tiene una línea más deportiva y aerodinámica que la serie 200. Ha sufrido una renovación y actualización más profunda, que ha desembocado en un vehículo mejorado en casi todos los aspectos.

La carrocería se ha rebajado ligeramente, y sus medidas han sufrido un agrandamiento que se nota, tanto en el exterior, así como en amplitud en el interior.

En el interior, presenta un tapizado de cuero de alta calidad y suave al tacto, además de incorporar unos asientos muy cómodos. Empezando por la primera fila de asientos, ambos calefactables y eléctricos. Desde la posición del conductor se maneja casi todo aunque algunos mandos quedan ocultos y son difíciles de encontrar, tales como control de terrenos irregulares, cámara de visión del retrovisor izquierdo, entre otros.

En la segunda fila, los asientos se pueden desplazar longitudinalmente un total de 135 mm; gracias a esto, hay más espacio para la ubicación de las piernas. Esta fila de asientos, se puede abatir por secciones (40:20:40). El asiento del lado derecho se adelanta 33 cm para dejar acceso a la tercera y última fila.

La tercera fila, los asientos no son equipamiento de serie, sino que se ofrecen como opción. Esta versión los equipaba con accionamiento eléctrico. Se guardan de manera independiente, y la superficie del maletero queda totalmente plana. La maniobra se realiza en 7 segundos.

PRESTACIONES

La gama de motores disponible en el Land Cruiser 5p está compuesta por un motor gasolina (4.0 litros V6 VVT-i Dual) y un motor diésel con dos variantes de potencia (3.0 litros D-4D de 173 CV y 204 CV).

En cualquiera de las mecánicas ofrecidas, se da a elegir entre la transmisión manual de 6 velocidades, o la automática-secuencial de 5 relaciones. Además la tracción es total permanente y tiene bloqueos para el diferencial central (Torsen) y el trasero.

La unidad probada monta un motor 3.0 litros D-4D de 173 CV de potencia a 3.400 rpm y un par máximo motor de 410 Nm entre 1.600 y 2.800 rpm. En lo que respecta a sus prestaciones, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 11,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 175 km/h. Los niveles de emisiones se cifran en 214 g/km de CO2 y el consumo medio se sitúa en 8,2 L/100 km (dato homologado por el fabricante). La transmisión que lleva asociada es la automática de 5 velocidades, con la posibilidad de manejarlo de manera secuencial.

Una vez metidos en faena empezamos conduciendo por autopista, donde se desenvuelve con soltura, a velocidades de 120 – 130 km/h, manteniendo una comodidad excelente y una plena sensación de seguridad. La insonoridad del habitáculo es excelente y el ruido del motor apenas es apreciable, a no ser que pisemos a fondo el acelerador para acelerar en donde el sonido del motor si que es escuchado por los ocupantes del interior.

En autopista, cuando se reduce de marcha la acción se ejecuta perfectamente, pero seguidamente cuando subimos de marcha el vehículo parece que entra en punto muerto, y crea una sensación de duda si responderá al pisar el acelerador o no.

En cuanto a los consumos, hemos notado que gasta más de lo que pone en su ficha de homologación. Circulando a la velocidad de la vía, se ha situado el consumo medio durante el trayecto extra urbano en 7,8 litros. Quedando su consumo homologado por parte de la marca en 6,7 litros. Gracias a su gran depósito de 87 litros, la autonomía que puede alcanzar se sitúa alrededor de los 650 km.

Nos metemos en carreteras reviradas, y aquí su comportamiento cambia; se comporta como lo que es, un vehículo pesado, entra en las curvas con dificultad y el balanceo de la carrocería penaliza la sensación de seguridad al volante. Aquí el consumo se dispara un poquito por encima de los 11 litros (consumo medio homologado ofrecido por la marca en 8,2l/100Km). Probamos los frenos y responden con contundencia. La reacción del vehículo es sencillamente soberbia, frenando en seco pero sin brusquedades.

También metimos el vehículo en población y su comportamiento fue ágil, y en las maniobras sencillo de dirigir. En el tema de aparcamientos, el sistema de multicámaras que equipaba nuestra unidad de pruebas, hacen que los aparcamientos sean coser y cantar, sin este equipamiento, aparcar el vehículo en ciudad puede resultar algo engorroso.

En ciudad también nos dimos cuenta de un error de concepto en el portón del maletero. Se abre hacia la derecha. Lo que nos dificulta el manejo de los objetos ya que, en caso de tener un vehículo detrás, debemos descargar los objetos, cerrar el portón, y volver a coger los objetos. También hay que tener en cuenta que como sus dimensiones son muy grandes, la distancia con el obstáculo trasero ha de ser generosa, sino, se nos inhabilita el acceso a caga del maletero.

Por último llevamos al Land Cruiser donde de verdad se le saca todo su potencial, al monte. Aquí pocos pueden hacerle sombra. La palanca para la selección de la reductora es un mando giratorio con dos posiciones, H4 y L4. La letra que va antes del número indica si son las marchas normales (H, high) o cortas (L, low).

No importa el estado del terreno, gravilla, barro, los múltiples sistemas de amortiguación y suspensiones, como pueden ser el KDSS (Kinetic Dynamic Suspension System) reducen el balanceo de la carrocería, aunque no queda del todo eliminado. Estos sistemas tienen una buena actuación filtrando las irregularidades del terreno y permitiendo un recorrido libre de la suspensión más amplio. La amortiguación AVS reduce el balanceo y el cabeceo de la carrocería controlando la dureza de los amortiguadores. Este último sistema de suspensión tiene tres programas: Normal, Comfort y Sport.

También tuvimos la ocasión de probar el sistema Crawl Control, exclusivo de la versión automática, y gracias al cual en pendientes excesivamente pronunciadas al activarlo, le marcamos una velocidad, hasta 5 km/h, y nos despreocupamos tanto del acelerador como del freno, dejando que el sistema se preocupe de ello.

EQUIPAMIENTO Y SEGURIDAD

El Land Cruiser modelo 2010 presenta un extenso y completo equipamiento tanto en lo que respecta al confort como en materia de seguridad y control de las condiciones de la carretera y del vehículo.

En materia de seguridad, destaca el Sistema Multi terrain Select, el cual incluye el sistema Multi terrain Monitor, (un sistema multicámaras que muestran imágenes del frontal, los laterales y de la parte posterior del vehículo. Estas cámaras permiten ver los obstáculos que hay alrededor del coche durante la práctica del todoterreno o maniobrando a la hora de aparcar).

El Multi-terrain Select varía la respuesta del acelerador, de los frenos y del control de tracción, mediante los cuatro modos posibles:

Modo Mud and Sand, permite que las ruedas patinen para que el coche pueda avanzar; se puede emplear tanto con marchas largas como cortas.

Modo Loose Rock, sirve para circular por zonas de piedras sueltas o gravilla, es de ayuda principalmente en ascensos; se utiliza combinado con la reductora.

Modo Rock, no deja que las ruedas patinen.

Modo Mogul, es el que Toyota sugiere utilizar en el resto de circunstancias.

Equipa también el Sistema precolisión PCS, que frena automáticamente el coche en caso de colisión inminente para reducir las consecuencias del impacto, tensando los cinturones de seguridad delanteros y frenando el coche automáticamente en caso de colisión inminente, con el objetivo de reducir las consecuencias del impacto.

Además de serie incorpora faros de xenón para cortas, combinados con un sistema de iluminación activo en curva.

Equipa ABS, que detecta si el vehículo está sobre una superficie de material suelto, en cuyo caso deja que la rueda quede bloqueada para que arrastre ese material y frene antes.

En lo que respecta al confort, la versión probada viene con todo lujo de detalles.

La consola central presenta una pantalla táctil de 7″ a color, donde se ubica toda la información. Presenta también una guantera entre los asientos delanteros refrigerada, conexiones AUX, USB y por Bluetooth. En las dos primeras filas de asientos hay tomas de corriente de 12 V. En el maletero un enchufe de 220 V.

La cámara trasera de aparcamiento se activa automáticamente al activar la R, y la cámara delantera, su activación se hace mediante un botón situado en el volante, y aparece la visualización en la pantalla central.

Equipa climatizador de tres zonas, airbag para las rodillas del conductor, sistema de acceso y arranque sin llave, navegador con disco duro y techo solar corredizo.

Al maletero se accede abriendo lateralmente el portón hacia el lado derecho, bastante incómodo y poco práctico. Hay la opción de abrir el cristal del portón pero desde ahí no se pueden sacar la totalidad de las maletas. En el maletero también se sitúan unos raíles para colocar bien la carga; además el portón lleva integrado dos compartimentos para herramientas necesarias, y para los obligatorios triángulos.

A FAVOR
Confort a bordo
Condiciones Off-Road
Habitabilidad y modularidad

EN CONTRA
Apertura del maletero, tanto en el modo como en la dirección
Cambio automático lento
Balanceo de la carrocería en curva con sensación de pérdida de control
Mandos de control del vehículo semiocultos.