Prueba: Mazda CX-30 con el motor revolucionario e-Skyactiv X
Nuestro protagonista de la semana pertenece a uno de los segmentos más de moda del momento, SUV Compacto; se trata de un vehículo de 4,40 metros de largo, 1,80 de ancho y los 1,53 de alto y con una batalla de 2,66 metros; nos ponemos al volante del nuevo Mazda CX-30.
Mazda ha decidido revolucionar su modelo (y su hermano el Mazda3) con la inclusión del nuevo motor denominado e-Skyactiv X.
A grandes rasgos, se trata de un motor 2.0 litros atmosférico de gasolina que junto a un sistema mild hybrid de 24V, utiliza la mayor parte del tiempo una mezcla pobre de combustible.
En palabras de los propios ingenieros de Mazda » Un motor gasolina que funciona como un diésel«.
Hemos estado esta semana probando este nuevo Mazda CX-30 como motor e-Skyactiv X y a continuación os detallamos nuestras impresiones.
El protagonista. El nuevo propulsor e-Skyactiv X
Si hay un protagonista principal en esta prueba, es el nuevo motor e-Skyactiv X, un bloque de 2 litros de cilindrada de 186 CV de potencia a 6.000 rpm y un par motor de 240 Nm a 4.000 rpm.
A pesar de este aumento de potencia, homologa en ciclo WLTP hasta 0,5 l/100 km menos de consumo según modelo y versión y las emisiones de CO2 se han reducido en 8 g/km.
La versión que hemos probado es de tracción delantera y caja de cambios manual de seis velocidades.
Funcionamiento
Este motor utiliza un método de combustión exclusivo de Mazda denominado Encendido por compresión controlado por chispa (SPCCI)
Los motores e-Skyactiv-X trabajan con una mezcla lo más pobre posible, pero con una relación de compresión mayor que pasa de 16:3 a 1 a 15:0 a 1.
Eso supone un riesgo de perder el control de la explosión en el momento preciso y para solventar el problema, el sistema desarrollado por Mazda inyecta combustible cuando se inicia el ciclo de admisión, una cantidad lo suficientemente pequeña como para que no se produzca una combustión cuando el cilindro vuelva a subir.
Cuando este está llegando al punto muerto superior se vuelve a inyectar gasolina junto a la bujía, y es entonces cuando se produce la chispa y una reacción en cadena quema toda la gasolina presente en el cilindro de una forma homogénea.
Gracias a que funciona a compresión, este motor tiene muchos más bajos, al estilo diésel y se puede llevar en marchas largas a bajas velocidades sin temor a los típicos tirones o pérdidas de fuerza.
Apoyo del Sistema M Hybrid
Además incorpora el sistema M Hybrid un esquema Mild-Hybrid que utiliza un generador reversible integrado (ISG), accionado por una correa y una batería auxiliar de 24 voltios.
El ISG convierte la energía cinética recuperada en las frenadas en energía eléctrica y la almacena en la batería de iones de litio que va justo debajo del coche.
A continuación, el sistema utiliza un transformador para llevar la tensión hasta el valor necesario y suministrarla a los componentes eléctricos del coche.
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La ventaja principal de este nuevo motor e-Skyactiv X es que se beneficia de la etiqueta ECO de la DGT lo que conlleva descuentos y entrar dentro del Plan MOVES III.
Diseño exterior
El Mazda CX-30 incorpora el lenguaje de diseño de la marca, Kodo y conjuga a la perfección la robustez de un todocamino con la elegancia de un SUV Coupé. Se sitúa a medio camino entre sus hermanos el CX-5 y el CX-3.
El frontal del CX-30, presenta la parrilla de Mazda de forma alar, afilada y profunda que, en conjunto con el paragolpes delantero y el emblema de la parrilla, crean una poderosa sensación de avance.
Los pasos de rueda, las taloneras y la parte baja de los parachoques en plástico negro le dan ese aspecto de todo terreno más elevado y encajan a la perfección con el color de nuestra unidad, Soul Red Crystal.
En la parte trasera, al igual que en la delantera, tenemos unos pilotos con tecnología LED, el diseño con esa caída del techo nos recuerda el estilo coupé, y llama la atención la forma en la que se atenúan los intermitentes.
Interior
El interior del CX-30, como en todos los Mazda, resulta impecable a nivel de ajustes, calidad general y equipamiento.
Presenta un muy buen acceso tanto a las plazas delanteras como a las posteriores gracias a la mayor apertura de las puertas, que hace que cueste muy poco acceder cualquiera de las plazas del vehículo.
El habitáculo está nueve centímetros más elevado que en el turismo compacto. Los asientos aunque sujetan muy bien el cuerpo, son cómodos y se configuran a la perfección, incluso lumbares, aunque puede que para personas más anchas los hombros no les resulte tan cómodos.
Lo bueno también de estos asientos, que todos los mandos con los que manejar los diferentes elementos del vehículo, se encuentran a mano, evitando innecesarias distracciones al manejarlos.
Respecto a la visibilidad, tenemos una luna posterior algo pequeña, así como los cristales laterales y un pilar C bastante grande, que dificultan tener una correcta visión trasera; pero que se subsana con unos espejos retrovisores generosos (a los que hay que acostumbrarse, pero cuando lo haces te dan un amplio margen de visión) y con los diferentes sistemas de ángulo muerto y de visión 360º.
Comodidad a bordo
En la parte delantera, los dos asientos delanteros son regulables eléctricamente, e incluyen apoyo lumbar, lo que a parte de poder encontrar la posición perfecta de conducción, le da un plus de comodidad para viajes largos.
Entre ambos asientos delanteros se encuentra un gran túnel central donde se ubican una guantera muy cómoda para dejar las llaves, 2 huecos porta-botellas y a continuación la palanca de cambios.
Seguidamente está la rueda que gestiona la pantalla de 8,8″, que es muy sencilla de manejar, intuitiva, y que con unos minutos de manejo en parado te conviertes en un experto.
Por último tenemos una guantera de gran carga (que no está sobreelevada y no molesta al cambio), con la particularidad de poder desplazar la tapa hacia atrás y que debemos no olvidar poner en su sitio, ya que invade justo la zona de las rodillas de la plaza central.
Pasamos a la parte de atrás y aquí las plazas laterales son muy cómodas para dos adultos de talla media; si superamos el 1,85 cm podemos encontrarnos, conque el techo nos agobie. La plaza central como ocurre en todos los vehículos de la categoría, es casi testimonial y es para uso esporádico.
Tecnología a bordo
La dotación tecnológica del Mazda CX-30 es bastante completa. Donde se aglutina la mayoría es en la pantalla central de 8,8 pulgadas muy sencilla de usar y que tiene muy buenos gráficos.
La pantalla no es táctil y se maneja como hemos indicado antes, a través de una rueda situada en el túnel central justo pegado del cambio.
Además tras el volante, nos encontramos otra pantalla configurable entre dos relojes analógicos y donde encontraremos principalmente información de conducción.
Se complementa esta información con el sistema Head Up Display que proyecta más información en el parabrisas.
Maletero de gran capacidad
Al maletero de nuestro Mazda CX-30 se accede a través de un portón eléctrico y nos muestra una capacidad de 430 litros, 72 litros más de capacidad que el del Mazda 3, que puede ampliarse hasta los 1.406 litros si reclinamos los respaldos (mejorando la cifras de rivales como el X2 de BMW).
Se trata de una superficie plana de fácil acceso y formas regulares, con lo cual el espacio es muy aprovechable.
Presenta 3 niveles, el principal de acceso, luego mediante un suelo plegable, accedemos, a otro espacio donde se pueden guardar utensilios que son propios del coche como triángulos, caja de herramientas, botiquín,… yo aconsejaría no quitarlo. Y debajo de esto se ubica el kit antipinchazos, herramientas varias y el hueco de la rueda de repuesto.
Gracias a que incorpora ganchos para el anclaje, cuando llevamos poco equipaje o vamos a la compra, evita que se vaya moviendo y se disperse la carga por el maletero.
Equipamiento
Hay tres niveles de equipamiento: Origin, Evolution y Zenith. Dispone de un equipamiento a nivel confort, seguridad e infoentertaiment muy completo desde la base.
Nuestro nivel de acabado es el denominado Zenith que es el tope de gama. Incluye entre otros elementos, cámara trasera, sensores de parking, avisador de obstáculos en el ángulo muerto y faros full led adaptativos.
En el interior, el head up display y la pantalla multifunción de 8,8 pulgadas, que incluye navegador, además sistemas de conectividad Android Auto y Apple Car Play.
Por completar en el interior encontramos, climatizador automático bizona, regulación eléctrica de asientos con memoria y ajuste lumbar, portón trasero automático y equipo de sonido BOSE de alta calidad entre otros elementos.
Seguridad a bordo
Para completar el apartado de seguridad desde Mazda dan la posibilidad de «completar» con el denominado Pack Safety (que incluía nuestra unidad), que incluye asistentes como el de visión 360º que citábamos anteriormente, control de velocidad crucero, detector de fatiga y las alertas por peligro de colisión tanto delantera como trasera con frenada automática.
Dinámica
El motor es muy suave, sin vibraciones o ruidos molestos que resulten incómodos, y las transiciones entre un modo de combustión normal y el modo SPCCI son imperceptibles, solo se sabe que lo hace cuando así sale indicado en el sistema multimedia.
Todo el conjunto motor transmite muchísima calidad y un elevado confort.
En carretera el Mazda CX-30 con el nuevo motor e-Skyactiv X se comporta a la perfección. La suspensión tiene un tarado perfecto, firme para en curvas enlazadas, no balancear y entrar y salir a la perfección incluso dándole caña.
Las aceleraciones o adelantamientos, gracias a esos 186 CV de potencia, se hacen con una rapidez pasmosa y de manera muy segura.
En autopistas la suspensión es lo suficientemente blanda para que vayas muy cómodo, y a altas velocidades muestra mucha seguridad y aplomo.
Circulando con el vehículo, nos hemos fijado en el cuentakilómetros y nos hemos encontrado una de esas cosas curiosas, pero que nos pueden venir muy bien.
Gracias al reconocimiento de señales, mediante una línea roja (que se activa en el límite de la velocidad indicada), sabemos el límite de velocidad, pues además el cuentakilómetros, iba marcando una línea roja que iba creciendo a medida que sobrepasamos esa velocidad. (Si la velocidad máxima era de 80 km/h, se iluminaba la línea encima de 80 y si íbamos a 100 km/h, desde los 80 a los 100, marcaba otra línea roja de unión).
Durante esta prueba sólo he encontrado 2 peros, el primero volviendo de nuestra ruta, por la noche, en uno de los tramos, nos encontramos con una buena tromba de agua, y los limiparabrisas, a pesar de llevarlos en la posición más rápida, no fueron capaces de liberar el agua que caía en la luna delantera y tuvimos que parar a esperar que escampase un poco.
Y el segundo, creo que la información del Head up Display está algo alto y se entremezcla con la visibilidad de la carretera.
La iluminación de los faros es excepcional en anchura en altura, además con el sensor automático de luces largas, pudimos alumbrar más de la carretera, dándonos una visibilidad muy buen y amplia, transmitiendo más seguridad.
Consumos dignos del mejor diésel
Pues sí, una de las cosas más notorias de este nuevo motor e-Skyactiv X es su bajo consumo, aún tratándose de un propulsor gasolina de 186 CV de potencia, y la verdad es que he quedado gratamente sorprendido.
La media en ciudad que hemos conseguido ha sido de 6,3 L/100 km, bajando a los 5,2 L/100 km en autopista y carretera con una conducción más suave y relajada en autopista, y más «alegre» en carretera, datos que nos acercan más a un propulsor diésel que a un gasolina.
En resúmen
El Mazda CX-30 es uno de los SUV compactos más atractivos en la compra del mercado. ¿Y porqué decimos esto? Presenta un diseño moderno, una calidad de acabados y materiales digna de segmentos superiores, con un interior habitable y tecnológicamente muy equipado, además de ser un vehículo con un nivel de conducción dinámica notable.