Prueba: Skoda Scala G-TEC 1.0 TGI 90 CV Style: ahorro constante
Los numerosos cambios en la regulación medioambiental y el nuevo ciclo de homologación WLTP han fomentado la aparición de nuevas mecánicas alimentadas con combustibles alternativos.
Este es el caso de uno de los integrantes del fabricante checo, el llamativo Skoda Scala, presentado el pasado año, que también recurre al GNC (Gas Natural Comprimido), como fuente de alimentación.
Este combustible ya se lleva utilizando algún tiempo en el sector automovilístico, por la baja producción de emisiones contaminantes que se lanzan a la atmósfera, por tener un precio más asequible que la gasolina o el gasoil y… por las ventajas que aporta la etiqueta “Eco” de la DGT.
El GNC se obtiene de yacimientos naturales de gas y es el combustible fósil más limpio y respetuoso con el medio ambiente, de todos los que se pueden adquirir en el mercado.
El Scala con este motor emite una media de entre un 20 y un 25 por ciento menos de dióxido de carbono (CO2) y bastante menos óxido de nitrógeno (NOx) y partículas sólidas de hollín.
¿Cómo es el coche?
A simple vista, es idéntico a sus hermanos alimentados por gasolina o gasoil. Sin embargo, en la infografía puedes apreciar, en color azul, los tanques de GNC alojados en el chasis del vehículo, con una capacidad total de 13,8 kg de gas a una presión de 200 bares y una autonomía homologada por Skoda, en el mejor de los casos, de unos 410 km.
El depósito de gasolina, por su parte, es capaz de almacenar solo 9,0 litros y permite recorrer otros 220 km, según dice el fabricante. En total, la autonomía máxima, combinando los dos combustibles, es de unos 630 km.
El propulsor puede funcionar, indistintamente, con GNC o gasolina de 95 octanos (E5). Esta última solo se usa para arrancar el motor, por ejemplo, tras realizar el repostaje de GNC, debido al aumento de presión que se produce en los tanques y por la necesidad del sistema de comprobar la calidad del gas introducido.
Si la temperatura ambiental cae por debajo de los 10º C o los niveles de gas en el depósito son tan bajos que la presión no alcanza los 11 bares, también se usa gasolina para la puesta en marcha. El cambio de un combustible a otro es imperceptible para el usuario y el proceso se realiza de forma totalmente automática.
El conductor tiene un indicador independiente del nivel de combustible tanto para el gas como para la gasolina, así que no hay dificultad alguna para saber cuánto queda en el depósito. También sabe cuándo se está consumiendo gas, porque aparece un testigo iluminado en verde, con la leyenda “CNG”, en el cuadro.
Motor y transmisión
En esta versión del Scala se recurre a la conocida mecánica tricilíndrica de 1,0 litros, turboalimentada y con inyección directa. Rinde 90 CV entre las 4.000 y las 5.500 rpm y desarrolla un par motor de 160 Nm entre las 1.800 y las 3.800 rpm.
Acelera con soltura desde el régimen de ralentí y estira con progresividad hasta las 5.000-5.500 vueltas, acompañado por un sonido algo más ronco que el que emite cuando solo se alimenta con gasolina. No es un ruido molesto, en absoluto, pero sí que se percibe como diferente.
Para poder funcionar con GNC, se modifican varios elementos del motor como, por ejemplo, la culata, las cámaras de admisión y escape, las boquillas de los inyectores o las válvulas de escape, para hacerlas más resistentes al calor. Además, una unidad de control electrónico reduce la presión del gas en dos etapas: en la primera, se rebaja mecánicamente en los tanques de 200 bares hasta los 20; en la segunda, una electroválvula baja la presión a nivel de trabajo entre los 9 y los 5 bares.
La velocidad máxima llega hasta los 182 km/h y acelera de 0 a 100 en 12,4 segundos. El consumo medio homologado por el fabricante, en ciclo WLTP, se sitúa entre los 3,4 y 4,2 kg/100 km.
La caja de cambios de este Scala 1.0 TGI G-TEC es manual de 6 velocidades. Tiene un buen tacto y una excelente precisión, así que los cambios se realizan con suavidad y fluidez, tanto al subir de marcha como al reducir. No existe la posibilidad de elegir una transmisión automática de doble embrague DSG, como en otras variantes.
El peso en vacío del conjunto es de 1.310 kg. Para que te hagas una idea, son 118 kg más que la versión del Scala 1.0 TSI, de 95 CV, que solo monta el motor de gasolina.
El maletero también se resiente, debido a los tanques de GNC, y pierde 128 litros, si lo comparamos con la versión de motor convencional, así que se queda en los 339 litros.
Una de las mayores virtudes del Scala es la amplitud del habitáculo, sobre todo en lo que espacio para las piernas se refiere, en las plazas traseras. Los materiales empleados en la concepción del salpicadero, paneles de puerta, asientos, moquetas y demás elementos muestran una buena calidad al tacto y a la vista. Todo que perfectamente ensamblado y no hay ruidos parásitos ni desajustes.
Buenas maneras
Al volante, el Scala G-TEC 1.0 TGI transmite sensación de aplomo. En curvas rápidas, apoya con firmeza y el tren trasero sigue las instrucciones que recibe del eje anterior. En zonas de curvas lentas, la dirección es precisa y tiene un tacto que transmite de manera fidedigna lo que sucede en la carretera.
Las suspensiones absorben las irregularidades sin que haya rebotes y el confort de marcha es elevado. Tan solo echo en falta algo más de insonorización del habitáculo con respecto a la rodadura; creo que se filtra algo de rumorosidad y podría evitarse con materiales más absorbentes.
¿Dónde reposto?
El número de estaciones que puedes encontrar en el territorio español va creciendo día a día. De momento, con fecha de este mismo mes, hay más de 95 suministradores, pero están en construcción otros 35, así que en poco tiempo podrás repostar en más de 130 establecimientos. Nuestro país vecino también cuenta con infraestructura de este tipo, con 14 puntos de abastecimiento y otros 3 en desarrollo.
Las ciudades con mayor número de surtidores son Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, pero también hay varios ubicados en municipios próximos a ellas.
Si pinchas en este enlace, podrás verificar todos los puntos que están operativos y lo que están en proyecto: https://gasnam.es/terrestre/mapa-de-estaciones-de-gas-natural/
Más barato
El precio del kg de GNC suele mantenerse bastante estable, puesto que no está controlado por el Estado ni ningún otro organismo regulador. Esta ventaja asegura un coste medio sin demasiados altibajos.
Para que te hagas una idea, en la estación de servicio próxima a mi domicilio, el precio no ha variado en los últimos dos meses y está establecido en los 0,874 euros/kg.
En el período de pruebas, he llenado en dos ocasiones los tanques de gas a tope y el ordenador de a bordo marcaba una autonomía máxima de 310 km; lejos de los 410 que homologa el fabricante.
Por su parte, con el depósito de gasolina lleno, el ordenador mostraba 120 km de autonomía, también lejos de la homologación de 220 km que comento anteriormente en el texto.
En un recorrido de 280,7 km, practicando una conducción totalmente normal, tanto en carretera como en ciudad, a una velocidad media de 43 km/h, he obtenido un consumo medio de GNC de 4,5 kg/100 km, según el ordenador de a bordo.
Por la medición que yo he hecho, tras volver a repostar a tope, han entrado 13,53 kg de gas, así que el consumo medio real ha sido de 4,82 kg/100 km, una cifra bastante similar a la del cuadro de instrumentos.
En resumen, para recorrer 100 km, he invertido 4,21 euros, un importe bastante inferior al obtenido con la mecánica de gasolina de similar cilindrada y 95 CV potencia, que obtendría un consumo medio, en conducción real y en el mismo tipo de recorrido, próximo a los 6,5 l/100 km o 7,86 euros (a 1,209 euros/litro). La diferencia entre el consumo de la mecánica de CNG y la que usa solo gasolina representa un ahorro económico real, superior en más de un 86,5 por ciento. ¡Sobra añadir nada más!
Equipamiento de primera
El Skoda Scala G-TEC 1.0 TGI 90 CV Style incorpora una cantidad importante de asistentes electrónicos a la conducción entre los que destacan los asistentes en frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones Front Assist, el de salida de estacionamiento con control de tráfico posterior Exit Assist o el de cambio de luces largas a cortas Auto Light Assist, los detectores de fatiga del conductor Driver Alert o de ángulo muerto Side Assist y los controles de la velocidad de crucero adaptativo ACC o de cambio involuntario de carril Lane Assist.
Tampoco faltan los faros y pilotos con tecnología LED, el panel de instrumentos digital Virtual Cockpit de 10,25″, el sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 9,2″ y control gestual, el control dinámico de la conducción, los 9 airbags… algunos vienen montados de serie y otros forman parte de la extensa lista de equipamiento opcional.
Skoda es una de las compras más inteligentes del mercado.
Calidad, equipamiento y tecnología se dan la mano en el Scala, un automóvil de última generación al que no le falta de nada.
El precio del nuevo Skoda Scala 1.0 G-TEC TGI 90 CV Style, sin contar ayudas gubernamentales o descuentos promocionales, es de 24.880 euros. Ya puedes pasar a verlo en el concesionario.