ONYX, EFICIENCIA Y CALIDAD EN SUS MATERIALES
Quasar, Proxima, Oxia, 907 «los supercars de Peugeot maravillaron siempre a niños y mayores. En 2012, la Marca crea un nuevo sueño con el supercar del Siglo XXI; el Onyx. Esculpido en la materia, este supercar ha sido creado por auténticos apasionados que han buscado su inspiración en el mundo de la competición. Con su motor V8 en posición central trasera, el Onyx lleva a sus admiradores hasta un mundo de altas prestaciones, siempre bajo control gracias a un puesto de pilotaje intuitivo.
Más allá de su impactante estética, experimenta con nuevos materiales en bruto para llevar todavía más lejos la idea de eficiencia. La pasión por la innovación ha sido una constante durante los 202 años de historia de Peugeot, una de las marcas de automóviles más antiguas del mundo y la única que propone una gama completa de soluciones de movilidad personal: bicicletas, motos, coches y vehículos comerciales ligeros. Los Concept bike Onyx y Concept scooter Onyx son la expresión de esta visión de futuro en sus respectivos ámbitos.
El Onyx utiliza materiales cotidianos para rebajar el peso y convertir el habitáculo en un espacio más intuitivo. Este concept llega acompañado por un supertrikey una superbike… Los equipos de Peugeot han demostrado su inspiración, lo que nos motiva a descubrir lo que vendrá a continuación. Xavier Peugeot, Director Producto de Peugeot «El Onyx tiene la fuerza de un supercar, con líneas extremadamente aerodinámicas. Resulta único por su estilo esculpido, cortante y por unos materiales y unas estructura innovadores». Gilles Vidal, Director de Diseño de Peugeot «Una carrocería afilada, una silueta radical, un sentimiento intenso nace al primer golpe de vista.
El resto de paneles de la carrocería son de carbono, pintado en negro mate. Dispuesto a penetrar en el aire con toda suavidad, el frontal reúne la parrilla vertical y unos faros completos de LED afilados y con una superficie limitada a lo estrictamente necesario. A partir de ahí, el flujo de aire se separa; una parte penetra en el corazón del coche, hacia el interior de la carrocería y del chasis para alimentar de aire al motor. La otra parte del flujo se propaga afilando los laterales y el doble abombamiento del techo. Culminando la belleza del Onyx, los pilotos traseros adoptan una firma luminosa con las tres garras características de Peugeot. Soportan además unas pequeñas aletas que orientan los flujos de aire superiores y laterales. Estos convergen lo más lejos posible de la carrocería para disminuir las perturbaciones. Con un Cx de 0,30, el impacto aerodinámico del Onyx es inversamente proporcional a su impacto visual. Punto de encuentro entre la experiencia y el futuro, el Onyx integra el presente rindiendo un homenaje al techo de doble abombamiento y a los arcos en aluminio del RCZ.
Los cristales y el techo transparente, que dejan a la vista la estructura de carbono y el habitáculo, están hechos en PMMA, polimetacrilato de metilo y garantizan a los ocupantes una protección óptima gracias a su nano-estructura ultra-resistente.
La rigidez torsional y el peso de la estructura se optimizan así ya que este último es de apenas 100 kg. Atornillados al monocasco de carbono, el motor V8 híbrido HDi FAP de 3,7l y las suspensiones, tiene su origen en la experiencia de Peugeot Sport, adquirida y validada en los circuitos de todo el mundo. Refrigerado por los conductos que parten de las tomas NACA del techo, el V8 pasa sus 600 CV a las ruedas traseras mediante una caja de cambios secuencial de 6 marchas. Esta potencia aprovecha de manera perfecta las dimensiones compactas del coche: 4,65m de largo, 2,20m de ancho, 1,13m de alto y 1.100 kg. Calzadas con neumáticos especialmente desarrollados por Michelin, en medidas 275/30 delante y 345/30 detrás, las llantas de 20″, tiene el buje anclado a la estructura mediante un doble triángulo y una suspensión in-board en ambos ejes.
La inteligente tecnología HYbrid4 recupera la energía cinética que normalmente se pierde durante las fases de frenada. Almacenada en sus baterías de iones de litio, esta energía se restituye automáticamente en las aceleraciones aportando 80 CV suplementarios a la cifra de potencia. La gestión de está función es imperceptible para el conductor al igual que la del motor, que supuso un auténtico desafío para los técnicos que tuvieron que convertir en utilizable en carretera un motor que, en competición, funciona habitualmente a regímenes extremos. Con menos de 2 kilos por caballo, el Onyx alcanza elevadas prestaciones sin alterarla pureza y la ligereza de su diseño. Para ello, el Onyx está equipado con un fondo plano de carbono que crea un potente efecto suelo. Así, los elementos aerodinámicos añadidos han podido limitarse a lo estrictamente necesario; las extensiones de la estructura de carbono y el alerón móvil, que genera fuerza deportante sobre el eje trasero en las fases de frenada. La frenada, por cierto, está asegurada por cuatro discos de carbono de 380 mm de diámetro en el eje delantero y de 355 mm en el trasero.
Un puesto de conducción innovador para una experiencia inédita Interface entre la carrocería y el habitáculo, las puertas ofrecen un cómodo acceso gracias a su cinemática en dos movimientos. Al abrirse, la piel exterior de cobre de separa de la contrapuerta, se aparta lateralmente algunos centímetros y finalmente pivota sobre su eje de rotación. El habitáculo está bañado por una atmósfera clara, natural desde el piso hasta el techo. Por su concepción, genera una reflexión sobre la intuición y los materiales. Como la carrocería, ahorra en materiales reteniendo sólo aquello realmente útil para construir las piezas necesarias y para presentarlas.
El pequeño volante forrado de fieltro cae de manera natural en las manos del conductor y procura de inmediato una sensación de agilidad. En su parte central de carbono, los mandos de aluminio controlan las funciones del Onyx mientras que las levas permiten accionar el cambio. El salpicadero está realizado en un nuevo tipo de «madera», la Newspaper Wood. Se fabrica a partir de periódicos usados, compactados y comprimidos para realizar grandes bloques con los que luego se tallan las piezas.
En el contorno de la instrumentación, unas piezas metálicas que aparecen y desaparecen como si fueran las teclas de un piano indican el régimen del motor y la velocidad. Por su parte, unas pantallas digitales muestran el funcionamiento del motor híbrido.
En el techo encontramos un conjunto de mandos «toggleswitches» de aluminio, entre ellos, el botón de puesta en marcha. Justo detrás, una lámina proyecta las imágenes de las cámaras de retrovisión; dos de ellas laterales, situadas en los retrovisores y una tercera, panorámica, en la trasera del coche.
19-02-2013//