TestDrive – Mitsubishi Outlander PHEV
UN COCHE QUE MIRA POR EL MEDIO AMBIENTE
Esta semana hemos tenido la suerte de ponernos a los mandos del Mitsubishi Outlander PHEV. Un SUV con una propulsión híbrido enchufable que promete nuevas experiencias de conducción.
Debajo de su capo alberga dos motores. El primero de ellos es gasolina y el otro eléctrico. Este último tiene la posibilidad de poder cargar sus baterías mediante un enchufe normal de 220v o través del motor de gasolina. El modelo Outlander ha sufrido una renovación tanto exterior como interior, actualizándolo al momento actual y con un claro diseño Off-Road. Tiene una longitud de 4.695 mm y una altura de 1.800 mm.
Se trata de uno de los híbridos enchufables más interesantes del mercado- a la vez que es el más vendido-, gracias en gran medida a su precio, 47.695€, a los que hay que descontar por parte de la marca, 9.975€ euros, y a los que se le suma el descuento de 3.700€ del PLAN MOVEA Plan de Impulso a la Movilidad con Vehículos de Energías Alternativas), con lo que se queda en unos estratosféricos 35.020€.
No hay en el mercado un SUV híbrido enchufable de estas dimensiones que se aproxime a la al precio de este Outlander PHEV.
DISEÑO
El Mitsubishi Outlander PHEV 2016 adopta el nuevo frontal Dynamic Shield (escudo dinámico) en negro piano, con una moldura cromada en forma de ‘X’ que recorre el perfil de los faros LED y el paragolpes. Los retrovisores exteriores van en color de la carrocería integrándose en estos unas cámaras para el sistema de visión 360º.
En la parte trasera nos encontramos con ópticas LED de serie y el spoiler trasero con la luz de freno LED incorporada. Abajo lleva unos protectores en color plata, como en la parte delantera por si nos da por salirnos del camino, proteger en cierta medida la carrocería.
El habitáculo es muy espacioso, con un espacio muy grande para los 5 ocupantes del vehículo; esta versión no puede albergar 7 plazas como su hermano, ya que las baterías ocupan ese espacio donde se ubicaría la tercera fila de asientos.
Los asientos delanteros van tapizados en una combinación de cuero y Alcántara, muy cómodos y de fácil configuración. Los mandos que nos encontramos en el volante son sobrios y llaman la atención las manetas tras el volante, que más adelante os contaremos para que sirven, porque no son lo que parece.
En la instrumentación situada tras el volante, nos encontramos con un indicador circular del uso de la energía con tres niveles: Charge, Eco y Power y otra esfera que nos muestra analógicamente la velocidad a la que circulamos. Entre ambas esferas hay una pantalla digital de 4,2pulgadas que nos muestra la información del vehículo (autonomía, consumo medio, consumo instantáneo, etc.). En el centro del salpicadero encontramos la pantalla táctil de 7pulgadas, desde la cual se controla el sistema multimedia, ofreciendo además distintas informaciones de la conducción (si se están cargando las baterías, de que propulsor está tirando, etc.)
La palanca de cambio, es como un pequeño joystick que funciona como en un cambio automático normal. A su lado se encuentran los botones CHRG y SAVE (para cambiar a modo eléctrico 100% hasta 120Km/h, para cargar baterías del motor eléctrico a través del motor de gasolina o para guardar un residual de las baterías por si tenemos que entrar en alguna calle en donde se prohíba circular con motor de combustión), y más atrás otro botón para que entre en acción el sistema de tracción total S-AWC. En esta zona también encontraremos la palanca del freno de mano (eléctrico) y los botones para controlar la calefacción de asientos delanteros.
Las plazas traseras son muy buenas de espacio tanto en altura como en espacio de rodillas. Tienen la particularidad de que el respaldo puede reclinarse, lo que se agradece (y más con niños) a la hora de hacer un viaje largo.
Respecto al maletero, su acceso es mediante accionamiento eléctrico, y estamos ante 498 litros de capacidad más que suficientes para cargar todo lo necesario de los ocupantes del vehículo. En el maletero también están una muy útil toma de carga, y guardaobjetos, que nos da, que son los que corresponden a la tercera fila de asientos.
Bajo el piso del maletero tiene un compartimento más de carga donde se ubica el cargador, y que nos permite llevar algún elemento más tipo triángulos de emergencia, botiquín,… En resumen, el restyling realizado al Outlander le ha dado más vistosidad exterior. En cuanto al interior remarcamos que es un coche amplio y espacioso.
PRESTACIONES
El Mitsubishi Outlander PHEV 2016 combina un motor de gasolina 2.0 litros de 121 CV con dos motores eléctricos de 60 kW que generan en conjunto 82 CV y que actúa cada uno en un eje (el delantero aporta 135 Nm y el trasero 195 Nm) para que el vehículo disponga del sistema de tracción total S-AWC.
Si la batería de ión-litio de 300 V con 12 Kwh de capacidad está a full de capacidad, el Outlander PHEV es capaz de circular hasta 52 km en modo totalmente eléctrico a velocidades de hasta 120 km/h (nosotros llegamos a recorrer siendo bastante eficientes unos 45 km). La autonomía total del vehículo son 818 km. Pulsamos el botón START y silencio. El inicio es muy suave, la insonorización a bordo, un lujo.
En ciudad el Mitsubishi Outlander PHEV se convierte en un auténtico mechero y en la envidia de los demás, y es que gracias a su sistema de carga (unas 4-4,5 horas para carga total en modo normal), hemos llegado a estar 3 días sin consumir un litro de gasolina; además del beneficio de poder aparcar en cualquier sitio sin pagar ni un duro. Se trata de un vehículo de grandes dimensiones, pero gracias al sistema de cámara de visión de 360º, los sistemas de aparcamiento,.. etc., las maniobras se agilizan.
Si se dispone de una estación de recarga de 16 amperios, el tiempo desciende a 3,5 horas y si acudes a una electrolinera con un sistemas de carga rápida de tipo CHAdeMO es posible recargar el 80% de la batería en 30 minutos.
En carretera intentamos mantener una conducción ahorradora, pero el cuerpo nos pedía más, y después de llevar unos 120 km en modo ECO, nos pusimos a darle un poco de “caña”; pronto dejamos de usar el eléctrico y es cuando se pone a trabajar el motor de combustión y a ofrecernos fuerza. La respuesta del acelerador es contundente y las mejoras realizadas en la suspensión hacen que una sucesión de curvas semirrápidas se pasen de manera suave y sin balanceos.
Atención al momento frenada, aquí es donde usamos esas manetas tras el volante, que os contábamos en la introducción. Se usan para manejar de la manera más efectiva el freno motor – en Mitsubishi lo llaman frenada regenerativa -, sin necesidad de usar el pedal del freno y para regenerar las baterías. Van desde la posición B0, hasta la B5, que es la de mayor retención.
Además de lo anterior, y gracias a los consejos que nos dio el instructor que tiene Mitsubishi cuando se nos entrega el vehículo, probamos el botón SAVE, el cual se encarga de reservar carga, para poder circular en el momento deseado con el motor eléctrico.
Con nuestra ruta conseguimos marcar un 0 L/100 km en ciudad (recargando en la oficina mientras no lo utilizábamos y luego por la noche en casa). En modo ahorrador por carretera y partiendo con la batería llena apenas gastamos 5,4, L/100 km. Y en autopista y carretera sin cortapisas, el consumo se nos fue hasta los 8,5 L/100 km, todo ello cifras de auténtico escándalo y muy por debajo de sus competidores.
Por último no podía olvidar hablaros del paseo por el campo, bueno paseo, paseo, más bien hicimos campo a través, y es que con las baterías cargadas la tracción total funciona a las mil maravillas, y los desniveles, baches, pendientes, se pasan con mucha facilidad, en gran medida gracias a la gran distancia al suelo, y a esa fuerza que le otorgan los 200 CV.
Por cierto, si el precio no os resulta ya de por sí atractivo, deciros que según los cálculos de la marca, si podemos realizar la carga del vehículo en casa en tarifa nocturna, nos sale a un precio de 0,77 €/100 km lo que supone que los 50 primeros kilómetros (la mayoría de nuestros trabajos están a menos) nos sale a un precio seis veces inferior a lo que nos saldría si echáramos gasoil. Imaginaros yo, que mi trabajo está a escasos 20 km de casa en el centro de Madrid, me tiraría semanas de lunes a viernes sin consumir gasolina, y aparcando donde quiera y gratis. Es para pensárselo.
EQUIPAMIENTO Y SEGURIDAD
Contra todo pronóstico, pero una decisión muy acertada por parte de la marca, el Outlander PHEV se presenta en un único acabado denominado Kaiteki, al que sólo se le podrá completar con tres elementos opcionales: asientos tapizados en cuero, el techo solar y las siete plazas (siempre y cuando no sea PHEV).
El acabado Kaiteki es el más alto de gama y más completo, incorpora de serie faros LED autonivelables, cámara de visión 360º, sensores de aparcamiento delantero y traseros, sistema de apertura sin llave, Bluetooth y un sistema de navegación en una pantalla táctil de 7” muy intuitivo y de fácil manejo. Además incorpora luces y limpias automáticos, climatizador automático bizona…
En materia de seguridad, incorpora multitud de airbags, control de tracción y de estabilidad, sistema de mitigación de colisión frontal, control de crucero adaptativo, alerta de salida de carril, asistencia de arranque en cuesta.
Como novedad destacar el sistema de señalización de frenada regenerativa y el sistema de mitigación de aceleración no intencionada (UMS), que mediante ultrasonidos regula la potencia del motor al pisar el acelerador si se detecta un obstáculo delante del vehículo, al tiempo que alerta de su presencia.
A DESTACAR
Habitabilidad.
Comportamiento en ciudad.
Relación precio/equipamiento.
A MEJORAR
Plaza central.
No poder llevar a 7 pasajeros.
Sobriedad interior.