Mercedes Benz gama EQ Power, la simbiosis manda y el futuro es eléctrico
Desde que algunas marcas impusieron a nivel mundial la movilidad eléctrica, principalmente con la hibridación, en los últimos años estamos viviendo una auténtica explosión de este tipo de automóviles en todas las marcas. Y esa explosión será aún mayor conforme pase el tiempo, por diversos motivos.
Hasta que los eléctricos puros se impongan de verdad, y llegará, el paso son los híbridos, y especialmente los híbridos enchufables como la mejor forma de aunar lo mejor de ambos mundos, motor térmico y eléctrico.
Es por eso que muchas marcas ya los tienen disponibles en sus oferta, y va en aumento. Mercedes, por ejemplo, denomina a su gama de híbridos EŒ Power. En esto de las denominaciones habría que elaborar un diccionario hasta que los usuarios nos enteremos.
En esta “ofensiva” a la que se refiere la marca alemana llega ahora mismo hasta los 22 modelos, prácticamente en todas las categorías de vehículos que tiene actualmente disponible. Ahí es nada, porque además hay novedades y cada vez más, el listón de la autonomía de este tipo de coche en modo eléctrico aumenta, lo que significa que esa simbiosis de mundos es cada mejor mejor. Prueba de ello es el anuncio de los más de 100m kms. de autonomía en eléctrico de sus modelos GLE híbridos enchufables según el ciclo NEDC
Tal es la oferta de grande como variada. En Mercedes están los EQ Power del segmento compacto. Ahí se engloba el Clase A, Clase A Sedán, Clase B, CLA Coupé, CLA Shooting Brake y GLA. Eso son seis modelos empezando por “abajo”.
Clase A, el primer escalón de acceso
Todo ese conjunto de Clase A, desde el normal a todos los derivados, constan de un motor de gasolina de 160 caballos de potencia y 1,3 litros de cilindrada al que le talona un eléctrico de 75 kW que, en conjunto, declaran una potencia final de 218 CV y 450 Nm. Prestaciones y agrado de conducción total no les falta a ninguno, además de beneficiarse de consumos homologados que pueden catalogarse de risa: 1,6-1,4 l/100 y prestaciones de 6,6” para acelerar de 0 a 100 km/h aunque, vamos a ser sinceros, en un híbrido se vive y se conduce más por y para los consumos que por lo que corren, aspecto último este que también saber hacer amén de que ambos motores se encuentren a pleno pulmón.
Entre algunos a detalles a tener en cuenta es que el espacio de las baterías no es muy invasivo en el maletero de ninguno de ellos y que el tubo de escape, por ejemplo, tiene tanto el silencioso como la salida final de este en el centro. El Clase A más económico está en 39.350 euros y nos podemos ir hasta los 48.685 del de mayor precio.
En este caso, la autonomía eléctrica declarada es de 70 km, siempre según ciclo NEDC. Y para más datos sobre las baterías de iones de litio, ahí va lo que debe saberse. Estas cuentan con una capacidad de 15,6 kWh y admiten carga tanto por corriente continua (CC) como por alterna CA). Si se emplea un Wallbox de corriente alterna de 7,4 kW, la carga desde un 10% hasta el 100% es de aproximadamente 1hora y 45 minutos. Si se hace con corriente continua en carga rápida para pasar del 10% hasta el 80% se necesitan 25 minutos.
El gran salto, Clase C, Clase E, GLC y GLE
Seguimos en ascenso. Tanto en tamaño como en prestaciones y precio. De ahí que nos vayamos a la Clase C, pero también a la Clase E y también a los SUV GLC y GLE. En todos estos casos, Mercedes ya anuncia que se trata de “tecnología híbrida de tercera generación” en todos ellos.
Tanto es así, que una de las novedades es que el GLE, como comentábamos antes, puede superar los 100 km de autonomía eléctrica. Gran parte de la culpa de este aumento de autonomía se debe a una capacidad nominal de las batería hasta los 31,2 kWh, es decir, más potencia de batería.
Este segundo gran salto desde los compactos tiene también como denominador común 90 kW de potencia máxima y un par de 400 Nm, que aseguran con gran éxito en todos los modelos una más que estupenda sensación de poder en todas las versiones. En modo solo eléctrico se afirma que la velocidad máxima puede llegar a los 130 km/h. Un buen dato.
Para el GLE 350 4Matic, entre la variedad tampoco hay que prescindir de la tracción total, a Mercedes le salen consumos (lo importante) de 1,3-1,1 l/100 y un consumo eléctrico ponderado de 28,7-25,4 kWh/100. En este incluso, Mercedes saca pecho: hasta 160 kilómetros por hora en vez los 130 que decíamos antes.
Los datos oficiales de carga para el GLE son estos. En un Wallbox (CA) para una recarga hasta la capacidad máxima, y desde una batería muy descargada, 3 horas y 15 minutos. Esa cifra torna a 5 horas en una toma de corriente convencional. Y esos datos son de 20 minutos en una toma de corriente de carga rápida en corriente continua (CC) desde un 10% y hasta un 80%: Pero, puede ser de hasta solo 30 minutos del 10% al 100% SoC.
En este segundo escalón, encontramos no solo la hibridación de lo modelos anteriores con un motor térmico de gasolina y uno eléctrico, también están los C 300 e y C300 de con una combinación de motor diésel más el eléctrico de turno, de 90 kW, que se alberga en el cambio automático (de nueve velocidades y sello G-Tronic. De la misma forma, el GLE 350 de 4Matic, tanto en formato SUV como Coupé, recurre al diésel –existe también el GLE 350 e 4Matic con motor térmico de gasolina-.
Tanto el C 300 e como el C 300 de, la versiones de carrocería son las conocidas berlina y Estate (rancheras para los más viejos del lugar). En el e la potencia conjunta declarada es de 320 caballos, mientras que en los dos casos del de son de 306 caballos. Ambas potencias coinciden en unos nada menos que 700 Nm de par máximo. Y en ambas variantes de motor, se anuncia más de 130 kilómetros de velocidad máxima en modo solo eléctrico.
La autonomía en eléctrico es para estos dos coches de 54-59 kilómetros para el C 300 e berlina, y de 49-56 kilómetros para la misma potencia pero en carrocería Estate. En los casos del C 300 de, esas cifras pasan a ser de 54-57 y 53-56 kilómetros.
Y los precios, desde 53.625 euros del C 300 e berlina, hasta los 57.775 euros del C 300 de Estate.