Los programas de incentivos de achatarramiento, impulsarían las ventas
En un momento en el que el mercado de ocasión ha comenzado a reducir su ritmo de crecimiento, las cifras demuestran que liberar la demanda retenida pasa por poner en marcha un programa de incentivo al achatarramiento que además de respetar la neutralidad tecnológica incluya el usado joven.
Prueba de ello es que un 25% de los potenciales compradores de vehículos de segunda mano efectuaría la compra de existir un plan de estímulo con estas condiciones, según las conclusiones de la última edición del Libro Blanco del VO de Ganvam, presentado hoy en Madrid como antesala al Foro de VO y Posventa, que el próximo mes de septiembre reunirá a más de un millar de profesionales para debatir la actualidad del sector.
Este informe –que fotografía la percepción del usuario del mercado de ocasión a través de la opinión de más de 700 compradores y potenciales compradores, habiéndose convertido en un termómetro para la toma de decisiones- pone de manifiesto la necesidad de poner en marcha medidas estructurales no vinculadas a los Presupuestos que insuflen confianza en los compradores o de lo contrario, las ventas continuarán en caída libre. Según las estimaciones de Ganvam, si no se revierte la tendencia actual, el mercado de ocasión cerrará el año estable, lo que supone corregir a la baja las previsiones lanzadas a comienzos de año, cuando se calculaba un crecimiento cercano al 4% para 2019.
Teniendo en cuenta que el 63% de los conductores reconoce no disponer siquiera de etiqueta medioambiental, en opinión del presidente de Ganvam, Raúl Palacios, “la puesta en marcha de medidas para dinamizar la demanda de VO tendrá también un impacto positivo en la renovación del parque, ya que al incentivar el achatarramiento, se retirarán de la circulación los coches más antiguos y contaminantes, contribuyendo a su vez a que también las familias con menor renta disponible tengan acceso a vehículos eficientes con independencia del motor que los propulse”.
La importancia de la neutralidad tecnológica queda patente en el hecho de que casi la mitad de los conductores reconoce no tener intención de adquirir un vehículo eléctrico o híbrido en el corto plazo por su elevado precio; una realidad que contrasta con la intención de las administraciones de forzar la electrificación del parque prohibiendo los vehículos de combustión tradicional sin llevar antes a cabo una transición ordenada.
El carsharing un complemento
Otra de las conclusiones del Libro Blanco de VO es que los españoles no conciben la movilidad sin coche en propiedad. Así, en un momento en el que se limita el uso del coche privado en las grandes ciudades para reducir la contaminación, promoviendo la conducción compartida, los españoles lo tienen claro: no están dispuestos a renunciar a la libertad que les proporciona su vehículo. Tanto es así que el 71%, dos puntos más que en la edición anterior, no está dispuesto al uso del carsharing como alternativa a la compra.
De esta forma, la conducción compartida se consolida como un complemento al coche en propiedad, pero no como un sustitutivo. De hecho, el 91,5%, frente al 80% de la edición anterior, reconoce que la existencia de soluciones de carsharing no ejerce ninguna influencia en su decisión de compra. Es más, el 86% de los compradores de VO reconoce no haber usado nunca este tipo de servicios, lo que pone de manifiesto que es una solución para grandes ciudades.
Cuando se trata de acudir al mercado de ocasión para buscar solución de movilidad, aunque el precio sigue siendo un factor clave, el Libro Blanco evidencia que crece el protagonismo de otras prioridades relacionadas con la seguridad, prueba de ello es que ha crecido de un 25% a un 34% el porcentaje de compradores de VO dispuestos a pagar un poco más a un vendedor profesional a cambio de un vehículo fiable.
En este entorno, donde el comprador de VO se ha vuelto mucho más demandante, no es de extrañar que el kilometraje del coche tenga también un papel esencial en la decisión de compra, siendo el tercer factor más determinante, por detrás del equipamiento de seguridad y el precio. Tanto es así que el 41,9% salió del establecimiento con un certificado oficial bajo el brazo, que aseguraba que la cifra marcada en el cuentakilómetros era la real.
En cualquier caso, no hay que olvidar que todavía el mercado de VO es un feudo entre particulares: más de seis de cada diez operaciones con vehículos usados se realizan de particular a particular. No es de extrañar, por tanto, que sólo el 8% quiera repetir con la misma persona.
Internet, canal de búsqueda, pero no de pago
En este sentido, la vía más común para llegar a la oferta es recurrir a un desconocido a través de Internet, habiéndose convertido en la vía de contacto más importante en este momento. De hecho, el boom de aplicaciones de compraventa entre particulares explica que el 65,9% de las operaciones se inicien por este canal, habiendo desplazado por completo a los tradicionales anuncios de prensa.
Sin embargo y a pesar de la tendencia creciente del e-commerce, el comprador de un vehículo usado no entra todavía en la categoría de digital. De hecho, el 91,3% reconoce abiertamente su desconfianza a realizar la compra y, sobre todo, el pago del vehículo, a través de Internet.
Fórmulas de pago al margen, lo que parece indiscutible es que quien prueba repite. De esta forma, no solo se mantiene en más de la mitad –concretamente en un 57,7%- el porcentaje de compradores reincidentes, sino que se ha convertido en la primera opción de compra para el 76% de los conductores que se decantaron por este mercado.