LEWIS HAMILTON SE IMPONE EN EL GP DE JAPÓN
De nada le ha servido la pole a Nico Rosberg: Lewis Hamilton se ha alzado con la victoria en una carrera llena de sobresaltos. El inglés ha conseguido vencer a su compañero, Nico Rosberg, que ha sido segundo. Sebastian Vettel ha escalado hasta la tercera posición seguido por Daniel Ricciardo. Los Red Bull han hecho valer sus reglajes pensados específicamente para condiciones de mojado. Fernando Alonso no ha completado siquiera cinco vueltas de un Gran Premio en el que lo deportivo ha quedado relegado a un segundo plano por la preocupación por el accidente y el estado de Jules Bianchi.
Minutos antes de que se cumpliera la hora prevista para que se apagaran los semáforos, Dirección de Carrera mandaba un mensaje advirtiendo que la salida sería detrás del Safety Car. La pista estaba en muy malas condiciones y en el momento del comienzo de la carrera, la lluvia era muy intensa. En la segunda vuelta tras el SC, Marcus Ericsson perdía la trasera del monoplaza en la curva de entrada meta. Afortunadamente no llegaba a impactar con los muros, pero propiciaba que Charlie Whiting sacara bandera roja en el momento en el que cumplían tres vueltas. Un mensaje de Dirección de Carrera establecía que los pilotos debían formar una fila dentro del pitlane en vez de en parrilla.
Nada más pararse la carrera, la lluvia comenzaba a amainar por lo que Charlie Whiting decidía retomar la carrera unos veinte minutos más tarde, a las 15:25 en hora local. La carrera volvía a retomarse tras el coche de seguridad. En la primera vuelta tras el SC, un jarro de agua fría caía sobre el equipo Ferrari: el F14-T de Fernando Alonso se quedaba parado en la curva cuatro y el asturiano abandonaba la carrera.
Mientras, las vueltas pasaban y la pista mejoraba. Sólo Vettel se quejaba de que a cierta velocidad la visibilidad era mala. Pero Vergne aseguraba que la pista estaba perfecta para conducir y Hamilton incluso mandaba un mensaje para Charlie a través de la radio del equipo: «Charlie, la pista está bien», decía el inglés. Whiting oía los mensajes y en la vuelta diez se relanzaba la carrera.
Hamilton no perdía comba con Rosberg pero no era capaz de intimidar al alemán. Por detrás, los Williams se quedaban algo descolgados. Button y Maldonado eran los primeros en tomar la arrriesgada decisión de cambiar a intermedios. Por radio, al inglés le avisaban de que la jugada había salido bien ya que estaba rodando en los mismos tiempos que Mercedes. Tras este primer experimento, se producía una auténtica desbandada de coches al pitlane para imitar al piloto de McLaren.
En pista, los únicos que se mantenían con neumáticos de lluvia extrema eran los dos Mercedes y Bianchi que escalaba hasta la tercera posición. Pero en Mercedes se daban cuenta del error y apenas tres vueltas después entraba Rosberg a hacer el cambio, seguido de Bianchi. Hamilton empujaba al máximo para intentar adelantar al alemán pero un error en la curva 14 daba al traste con su plan. Quien sí conseguía ganarle la partida a su compañero era Vettel que adelantaba a Ricciardo en su parada.
Tras esta primera parada, Rosberg lideraba con Hamilton a unos dos segundos. Button sacaba partido de su estrategia y se colaba en la tercera posición por delante de los dos Williams, Bottas y Massa, que a su vez precedían a los dos Red Bull. En el ecuador de la carrera, los austriacos eran los más rápidos en pista favorecidos por unos reglajes pensados para lluvia. Tanto Vettel como Ricciardo adelantaban a los dos Williams en varias maniobras espectaculares.
Por delante, los Mercedes iban perdiendo su ventaja poco a poco, rodando en ocasiones un segundo por encima de los tiempos de Vettel y Ricciardo. Hamilton se pegaba a Rosberg que estaba sufriendo visiblemente más que su compañero. Hamilton intentaba el adelantamiento en la recta de meta abriendo el DRS, permitido unas vueltas antes. Pero el inglés no era capaz de frenar el coche en la primera curva y se iba largo por la escapatoria de asfalto. Sin embargo, a la vuelta siguiente consumaba el adelantamiento por el exterior de la primera curva de forma magistral.
Sin Rosberg delante, Hamilton mejoraba el ritmo mientras el alemán veía como su ritmo caía por debajo del 1:56, tres segundos más lento que sus rivales. La situación mejoraba ligeramente pero la sangría de segundos era dramática. Por detrás, Vettel entraba en boxes en la vuelta 30, siendo el primero de cabeza en hacerlo y reincorporándose por detrás de Ricciardo. Button le imitaba una vuelta después pero perdía mucho tiempo y la posición con los Red Bull al necesitar un cambio de volante.
Con ruedas nuevas, Vettel comenzaba a rodar hasta dos segundos más rápido que Hamilton y a marcar vueltas rápidas. Rosberg entraba por fin en la vuelta 34 mientras su compañero aguantaba hasta la 36. Ricciardo era el último en parar reincorporándose quinto por detrás de Button. El inglés comenzaba a sentir la presión del australiano a la que finalmente cedía unas vueltas más tarde.
Cuando todo parecía que se comenzaba a estabilizar, la lluvia arreciaba. Maldonado y Magnussen entraban a cambiar de nuevo al neumático de lluvia extrema. Magnussen mostraba signos de tener un ritmo muy bueno con ese compuesto, por lo que su compañero imitaba su estrategia. Las condiciones empeoraban rápidamente: Adrian Sutil perdía el control de su coche en la curva 7 e impactaba contra las protecciones, lo cual provocaba la salida del Safety Car y del coche médico.
Las vueltas pasaban y la situación era confusa. Un mensaje de Dirección de Carrera advertía de la presencia de una ambulancia al mismo tiempo que comenzaba a saberse que Jules Bianchi se habría estrellado en la misma curva. En la vuelta 47 se sacaba bandera roja y la carrera se daba por terminada unos minutos después. Hamilton ganaba seguido de Rosberg y Vettel, con Ricciardo en cuarta posición.