LA SEGURIDAD DE LOS PEQUEÑOS EN LA VUELTA AL COLEGIO ES UNA TAREA QUE DEBE IMPLICAR A TODOS
El verano se ha acabado, y millones de alumnos comienzan el curso escolar en los miles de centros de enseñanza distribuidos por el territorio nacional. Desde el Real Automóvil Club de España queremos recordar la importancia de proteger a los pequeños en sus desplazamiento s al ir o volver del colegio, evitando riesgos. Ya sea como peatón, en bici, en coche, en autocar escolar o en transporte público, debemos velar por la seguridad de los pequeños en todo el recorrido, involucrando a toda la comunidad escolar, policías y ayuntamientos. Sin duda, el trabajo coordinado de todos mejorará la protección de los menores.
El papel de los padres, de las empresas de autocares y de transporte, de las autoridades locales y de los educadores (incluyendo al propio colegio) es vital para que los más pequeños sean conscientes de la importancia de la seguridad, no sólo cuando viajan en un vehículo, también cuando van en bici o como peatón. Para ello, se necesita trabajar de forma coordinada, realizar planes de seguridad vial para cada colegio y formar a todos (incluyendo a otros responsables de llevar a los niños al colegio, como los abuelos) sobre la importancia de respetar las zonas de paso, los semáforos, las zonas de aparcamiento o los accesos. Además de aportar seguridad, estaremos contribuyendo a mejorar la educación vial de los pequeños cada día.
CREAR ESPACIOS DE SEGURIDAD EN LAS ZONAS ESCOLARES
Los colegios deben ser zonas seguras. Es el espacio en el que se concentran padres, niños y vehículos en determinados momentos, por lo que debe contar con una señalización clara que delimite las áreas y evite riesgos. Para su control, el colegio debe supervisar y vigilar los accesos al recinto para evitar que los vehículos aparquen de forma indebida y que los niños salgan corriendo, incluso diseñando espacios de seguridad señalizados. También es muy importante contar con la presencia de la policía local para regular el tráfico y hacer respetar las zonas de aparcamiento exterior y los pasos de peatones. En caso de no disponer de esta ayuda, el colegio puede proponer al ayuntamiento contar con delegados de seguridad o movilidad que, debidamente protegidos y señalizados, colaboren en esta tarea.
Para evitar problemas de seguridad de los niños, el colegio debe establecer medidas que restrinjan el aparcamiento en el espacio destinado a la parada del autobús escolar, evitando vehículos en la zona. Durante la llegada o la salida del autocar, y para proteger el acceso de los niños, se debe señalizar la zona de cruce de la vía (si fuera necesario) para que los alumnos suban o bajen del autocar con las debidas condiciones de seguridad.
EL APARCAMIENTO EN LA ZONA ESCOLAR
Uno de los grandes problemas en los accesos escolares es el aparcamiento de los vehículos, llegando incluso a ocupar dos y tres filas a la hora de dejar a los pequeños. Este hecho supone un problema para el tráfico, que puede verse afectado por el bloqueo de varios carriles, y también se aumenta el riesgo de los pequeños que acceden al colegio, al tener que sortear los vehículos mal estacionados. Además, por su tamaño y envergadura, se incrementa el peligro de que sufran un incidente con un vehículo que esté maniobrando y no se percate de su presencia.
Otro problema derivado de un mal estacionamiento del vehículo es el que afecta a la correcta ubicación de los pequeños en el coche. L a s prisas por quitar el vehículo mal aparcado, o incluso el hecho de no poder salir del vehículo por molestar, no s impiden asegurarnos de la correcta colocación del niño en su silla. Un estudio del RACE refleja que incluso es el propio niño el que muchas veces se sube al coche y se sienta solo en la silla ¡con la mochila puesta! Como regla general, se deben llevar a los niños con tiempo suficiente, y nunca esperar o dejar a los niños al otro lado de la calzada del colegio (lo que obligaría al niño a cruzar).
EN EL COCHE, SIEMPRE CON SU SILLA. Y EN LA MOTO, CON CASCO
Los niños deben ir siempre en su silla de retención infantil, en las plazas traseras y, en el caso de ir en moto (hay limitaciones según la edad del niño) con su casco. No hay excusas. Por corto que sea el recorrido, o conocido, siempre deben ir retenidos en su silla.
Para algunos casos excepcionales, el colegio puede disponer de una bol sa de sillas “de emergencia” para poder solucionar aquellas situaciones en las que se necesite llevar a un niño de forma extraordinaria, o para desplazamientos no previstos que deban realizar con algún alumno. Pero nunca llevar al pequeño sin su silla.
EL APRENDIZAJE DIARIO DE LOS PEQUEÑOS PEATONES
Si vamos a desplazarnos a pie, es importante conocer el recorrido, evaluar los riesgos, y estimar los tiempos, para ir tranquilamente y sin prisas. Si hay que cruzar, debemos hacerlo por los pasos para peatones, respetando los semáforos (¡somos un ejemplo para los pequeños!) y recordando la técnica de mirar antes de cruzar: primero a la izquierda, luego a la derecha y de nuevo a la izquierda, asegurándonos de que no viene ningún coche. Caminar siempre por la acera, y si no hay acera, caminar a lo largo del borde de la carretera utilizando , si es posible , elementos que nos hagan ser visibles a distancia.
A través de las actividades extraescolares, se pueden realizar recorridos con los pequeños para conocer el entorno del colegio, enseñarles de forma práctica los consejos de educación vial. Es una forma de preocuparse de los alumnos una vez que abandonan las aulas.
TRANSPORTE ESCOLAR: CUIDADO AL SUBIR O BAJAR DEL VEHÍCULO
El momento más peligroso a la hora de viajar en un transporte escolar es al subir o al bajar del autocar. En concreto se estima que el 90% de los accidentes se producen en este momento. Por eso, hay que respetar las zonas de parada, ir con tiempo, y enseñar al niño a subir o bajar de forma ordenada, sin empujar, y vigilar el entorno, ya que si pasan por delante o detrás del vehículo, y el conductor no ve al pequeño, se puede producir una situación de riesgo. Y una vez en el autobús, y durante el recorrido, los pequeños deben mantenerse en su asiento, respetando las instrucciones de los responsables.
EN BICI, RESPETO A LAS NORMAS DE CIRCULACIÓN
Cuando los niños circula n en bicicleta debemos alertarles, por un lado, de que compartirán la vía con el resto de vehículos, por lo que es importante que los pequeños se hagan ver con prendas reflectantes, sobre todo con la llegada del otoño e invierno donde baja la visibilidad. Cuando vayan con la bici deben señalizar las maniobras, ir pendientes del resto de usuarios, circulando con precaución. Por otro lado, el niño debe ser consciente de que hay que tener cuidado con el resto de peatones que utilizan la acera y los accesos al colegio, ajustando la velocidad y teniendo muy en cuenta al resto de pequeños. En este sentido, s e pueden delimitar zonas de prohibición de uso de bicicletas en accesos y zonas interiores del centro .
Si los pequeños van a utilizar la bicicleta, es recomendable que los adultos realicen con ellos el recorrido de forma previa, identificando los puntos peligrosos, los cruces y pasos de peatones, y las zonas en las que se deben bajar de la bicicleta. Si durante el recorrido deben cruzar por un paso de peatones, hay que alertarles de que no se puede irrumpir en la vía a toda velocidad, ya que existe el riesgo de accidente. Antes de cruzar, les enseñaremos a bajar de la bicicleta, esperar a que los vehículos se paren, y pasar con precaución.
EDUCARLES EN SEGURIDAD VIAL FORMARÁ SUS VALORES
Todos somos responsables de la educación vial de los pequeños. El inicio del curso escolar es un buen momento para explicarles la forma más segura de ir al colegio, la forma de prevenir riesgos, y buscar la coordinación con el resto de implicados en la formación de los niños, como son la comunidad escolar, ayuntamientos, policías… a través de actividades y charlas en las que los niños participen.
Entre todos debemos reducir los riesgos de los pequeños en sus desplazamientos