Prueba: Jeep Compass S 1.3T4 DCT FWD, útil, práctico y equipado SUV con tradición
Del Jeep Compass esta es una nueva actualización en el mercado de España y de Europa. La primera apareció en 2007 y este año la marca incorporó algunas mejoras como es normal cuando se realizan cambios.
Estéticamente, es igual a la anterior que, por otra parte, ya resultaba atractiva y significativamente con identidad de marca. Es un Jeep con todas las de la ley, uno de los mejores fabricantes de todo terrenos del mundo, ahora también adaptados a los nuevos usos y reglas de los SUV del mundo moderno, como no podía ser de otra manera.
Otra de las características del Jeep Compass de 2020 es que ya no se fabrica en Toluca, México, pues ahora lo hace en Melfi, Italia, lo que ha mejorado poder realizar las entregas aún con más rapidez además de adecuarse aún más a las necesidades de los equipamiento europeos, entre otras cosas.
Es un estupendo SUV que se conduce con facilidad y es muy agradable en todo momento. Por fuera mide 4,3 metros de longitud, por lo que en ciudad es fácil moverse con él, también aparcar sin ninguna dificultad, y en carretera resulta cómodo.
Por tamaño está por debajo de un Jeep Cherokee y, sin embargo, tiene un interior lo suficientemente amplio, incluido el maletero (438 litros máximo y 368 con rueda de repuesto que es opcional).
VERSIONES Y PRECIOS
La gama del Jeep Compass puede considerarse amplia en el sentido que hay donde elegir motorizaciones, tracción a dos ruedas (delantera) o total. Así, la versión de la prueba es la 1.3T4 DCT FWD, es decir, 1,3 litros de gasolina, 150 caballos, cambio automático y tracción delantera.
Pero también existe de 130 caballos e idéntica cilindrada, y dos híbridas que se dividen en la primera de 190 caballos, y una segunda opción de 240. En ambos, la tracción es a las cuatro ruedas ya que un motor se sitúa delantera, el de combustión, y el otro detrás, el eléctrico. También hay una versión diésel de 1.6 litros y 120 caballos de potencia.
Los precios del Jeep Compass de 2020 arrancan en 26.500 euros, correspondiente a la versión 1.3 Turbo 4×2 de 130 caballos. Le siguen con el mismo motor y características pero con distinta terminación, el Longitude (29.400 euros), el Night Eagle (30.950 euros), y luego el Limited (32.950 euros) de menor a mayor.
Ya con 150 caballos, motor de 1,3 litros y turbocompresor, versión tracción delantera y cambio automático (DCT), el Compass Limited por 34.950 euros y el Compass S por 37.950 euros.
Las versiones híbridas, denominadas 4xe, son dos. El escalón de acceso a la gama, Compass 4xe Limited de 190 caballos y 43.200 euros; el Compass 4xe Trailhawk de 240 caballos y 45.400 euros, y el Compass 4xe S, también de 240 caballos, por 46.400 euros.
Para las versiones diésel, den 120 caballos, aún no hay precios.
INTERIOR Y EQUIPAMIENTO
Como decía, los cambios y mejoras realizadas este año en el Jeep Compasse centran, básicamente, en la gama de motores, en algunos mecánicos de otra índole y, muy especialmente también, en el equipamiento.
Además de la gama de motores, otros aspectos como la dirección, han sido objeto de revisión con el fin de obtener un accionamiento más progresivo y ligero de lamisca según al marca. En al realidad, resulta totalmente intuitiva para una dirección servoasistida y que cumple con todos los cánones actuales de efectividad y comodidad que se pueden pedir en coches de este tipo. Nada que objetar pues.
De la misma forma, Jeep anunció también cambios en la amortiguación, aspecto donde siempre se puede tener mucho margenen todos los coches. Yo no recuerdo los Compass anteriores como “negativos” en este sentido precisamente, pero ahora, en teoría, acatan más firmemente con aspectos de la amortiguación como un mejor control del balance y también del balanceo en conducción.
En la realidad, otra vez, creo que el control de la suspensión tanto en recta como en curvas es más que satisfactorio en este Compass de 150 caballos y tracción delantera que hemos probado. El coche resulta cómodo y agradable, sin sustos de ningún tipo ni siquiera en frenadas comprometidas como puede ser en una curva y cuando estamos en un apoyo grande.
En cuanto a equipamiento, el sistema multimedia Uconnect de la marca equipa ahora, o puede hacerlo, diversos sistemas relativos a la tan de boga conectividad, o lo que es lo mismo en Jeep ahora, Uconnect Services. Así, es de serie el My Car, o control del estado del coche; el My Remote, o cierre de puertas a distancia, localización del propio vehículo y control de velocidad entre otras cosas; el My Asistant, o llamada de emergencia y asistencia en carretera; y el My Navegation, o alertas de tráfico y radares, envío de rutas seleccionadas desde el móvil o el ordenador, etc. Es tan completo como interesante, pues además, opcionalmente, se puede elegir y complementar con el My Fleet Manager, My Theft Assistant y el My Wi-Fi. Ahí es nada.
En el interior, de muy buena calidad no solo percibida sino real, la posición al volante es estupenda incluso aunque la talla del conductor sea de 1,90 metros, la comodidad que proporcionan los asientos es notoria y el equipamiento entre el monitor central (de hasta 8,4 pulgadas), el cambio automático o los diferentes mandos y botones es totalmente satisfactoria. Las plazas traseras son también cómodos y plenamente utilizables.
CONDUCCIÓN Y PRESTACIONES
El Jeep Compas de tracción delantera, cambio automático y 150 caballos que hemos probado sobresale primero por una estética agradable y contemporánea. Los accesos a las plazas delanteras y traseras, así como al maletero son buenos.
La conducción, por su parte, “apta para todos los públicos”, sin duda alguna. Podemos pulsar un botón y seleccionar el modo Sport para una mejor respuesta del motor, aunque incluso sin él, la respuesta normal del propulsor del cuatro cilindros de 1,3 litros puede decirse ejemplar.
Responde con facilidad y fuerza suficiente al acelerador, sin grandes tirones molestos pero con firmeza en todo el rango de revoluciones, y se agradece tanto en vacío como con carga de pasajeros y/o de maletero.
Es cómodo por tanto en ciudad, con unas dimensiones fáciles de tratar en todo momento, y es lo suficientemente rápido en carretera, donde el esquema McPherson de las suspensiones de ambos trenes, me atrevo a afirmar que superan con creces los requerimientos de cualquier conductor en materia de comportamiento.
En campo, aun no tratándose de un todo terreno puro y duro (para eso Jeep tiene otras también excelentes alternativas, como los propios Compass 4xe de tracción total o el Wrangler, por citar algún que otro ejemplo), tiene buenos ángulos de salida y entrada, un buen vadeo y un también aceptable ángulo ventral. No se descuida nada, también sin duda.
Jeep anuncia una velocidad máxima de 199 km/h. (no llega a los 200 km/h ni falta que le hace) que es destacable para un motor de solo 1,3 litros. De 0 a 100 Km/h lo hace en 9,1” y el consumo combinado es de 6,7 litros cada 100 kms siempre según cifras oficiales.
En muchas ocasiones, es muy fácil ver el consumo instantáneo incluso en 5 litros si se adoptan ritmos normales de conducción, por lo que ni el consumo, ni como consecuencia directa la autonomía, son precisamente malos. Por todo ello, le corresponde la etiqueta C de entre los distintivos medioambientales que otorga la DGT. Sin duda alguna otra vez, un estupendo SUV en todos los sentidos.