EL GRAN PROYECTO DE ABARTH CLASSICHE

Nace Abarth Classiche, un proyecto ambicioso que implica a todo el universo de la marca del Escorpión. De hecho, la iniciativa se articula en varios puntos, empezando por el taller de restauración que se ha inaugurado el 18 de noviembre, en los talleres Abarth de Mirafiori, en Turín.

En el corazón latiente de las actividades de transformación de los modelos de serie y carreras, se ha montado un espacio de unos 900 metros cuadrados para el taller dedicado a la restauración de los Abarth históricos de los clientes. Se llevarán a cabo restauraciones meticulosas y fieles, gracias también a la documentación que recientemente ha sido catalogada y digitalizada, y que incluye dibujos técnicos, indispensables para mantener la conformidad con el original y obtener la certificación de autenticidad de los componentes mecánicos (motor, cambio, escape y suspensiones), para la que Abarth se ha valido de los consejos y experiencia en este campo del ASI y FIVA para definir su procedimiento de certificación.

La inauguración de las Officine Abarth Classiche es el comienzo de un proyecto más amplio que incluye la creación del Registro Abarth, con el fin de reunir a todos los fans de la marca en una serie de actividades que van desde la participación en las concentraciones, hasta carreras para coches históricos en las que será el Automóvil Club de Italia, a través de ACI Storico, quien gestione los eventos. El proyecto de Abarth Classiche también está online en la página www.abarthclassiche.com

La madrina de estas iniciativas es Anneliese Abarth, la mujer de Carlo, que ha aceptado con entusiasmo este papel para dar a conocer la larga historia de la empresa fundada por su marido el 15 de noviembre de 1949. Una importante historia, marcada desde sus inicios por muchos éxitos y mucha creatividad. Empezando por la victoria en el Campeonato Italiano 1100 Sport con el 204A y en Fórmula 2, continuando después con el gran éxito comercial de los kit de transformación para los utilitarios Fiat 500 y 600, que han permitido a muchos jóvenes y no tan jóvenes participar con éxito en carreras utilizando su coche habitual.

Son decenas los modelos desarrollados y fabricados por Abarth desde 1949 hasta 1971, año en el que la empresa fue adquirida por Fiat, que ha continuado con los éxitos tanto en el campo deportivo como en el comercial con los utilitarios potenciados como el Autobianchi A112 Abarth.

Se trata de vehículos que tienen muchos admiradores en Italia y en el extranjero, con legiones de fans que los custodian con gran dedicación. A partir de ahora estos modelos pueden recuperar su originalidad gracias a las Officine Abarth Classiche, que entregará a los clientes un dossier con toda la información relativa a los vehículos restaurados o reparados.

La historia de la marca Abarth también se narrará en un libro de tres volúmenes escrito por Sergio Seccatore y titulado “Abarth: the Scorpion’s tale”, editado por el Registro Fiat Italiano.

A través de los modelos actuales, Abarth también hace referencia a su historia, como lo atestigua el 695 Biposto Record, fabricado en una serie limitada de 133 unidades: tantas como han sido los récords obtenidos por los vehículos del Escorpión. En cambio, el aniversario del récord de aceleración en un cuarto de milla con fecha del 20 de octubre de 1965, se ha celebrado con el debut en pista, en el circuito de Mugello y en el marco del Campeonato Italiano Turismo Endurance, del Abarth 695 Assetto Corse Record.

 

Las Officine Abarth Classiche

Las Officine Abarth Classiche surgen dentro del complejo industrial de Mirafiori, en la zona de los talleres Abarth. Ocupan una superficie de unos 900 metros cuadrados y se equipan con dos puentes elevadores, herramientas, maquinaria y una línea de acabado minucioso. La definición de los flujos internos del taller y la selección del utillaje se han realizado en colaboración con los especialistas de Mopar, marca de referencia en servicios, atención al cliente, recambios originales y accesorios de FCA.

Se ha prestado una atención especial a los detalles, con maquinaria capaz de reconstruir los componentes que no pueden encontrarse en el mercado, de acuerdo a los diseños originales. Además, se toman fotografías de cada fase de la restauración, proporcionando al cliente una documentación completa de los trabajos realizados.

Por lo general, el propietario de un vehículo Abarth con interés histórico puede concertar una visita previa del vehículo, entrando en la página www.abarthclassiche.com  y rellenando el correspondiente formulario online, o llamando al número  de teléfono de Abarth gestionado por el Centro de Atención al Cliente de FCA.

En caso de necesidad, podrá solicitar un servicio de transporte específico para su vehículo: un operario especializado recogerá el vehículo directamente donde indique el cliente y lo llevará a las Officine Abarth Classiche.

La diagnosis preliminar permite establecer la datación histórica exacta del modelo e identificar las intervenciones a realizar en el vehículo, utilizando, en su caso, la documentación del archivo histórico. Se emite un presupuesto general, antes de comenzar los trabajos, y los vehículos se restauran siguiendo las nueve fases del proceso de restauración Abarth: desde la investigación histórica hasta la devolución del vehículo.  Además, se mantiene constantemente informado al cliente sobre el progreso de las operaciones, a cuyo término el vehículo recibe una certificación con un dossier muy completo que contiene todos los componentes del modelo y los detalles de la restauración.

Para la certificación, Abarth, con el apoyo del ASI, ha desarrollado su propio proceso de certificación, que concierne sobre todo a los componentes mecánicos de los Abarth clásicos (motor, cambio, escape y suspensión), es decir, las piezas que más caracterizan auténticamente a un producto Abarth.

Tras pasar los controles en los vehículos, se entrega a los clientes un certificado de los componentes mecánicos Abarth, la placa de certificación y el correspondiente libro de certificación que contiene toda la documentación técnica y fotográfica de la certificación llevada a cabo en nuestros talleres.

Automóviles de leyenda

Abarth Classiche restaura todos los vehículos de la marca Abarth tanto de carretera como de competición, incluidos los de la marca Lancia que hayan competido tras el desarrollo y transformación realizados por los técnicos Abarth. Por tanto, se incluyen en esta lista todos los vehículos producidos desde los años cincuenta. Los Cisitalia 204, el Abarth “1500” sobre la base del Fiat 1400, los prototipos carrozados por Ghia, el Abarth “2000” sobre la base del Alfa Romeo 1900 Sprint y también los populares Fiat 600 y 750 derivación Abarth, el 500 derivación Abarth y los 750 Abarth carrozados por Zagato, los famosos “dos jorobas”.

En cuanto a los años sesenta, destacan los 850 y 1000 TC, los pequeños Abarth 595 y 695 también en las variantes “SS” y “Assetto Corsa”, los 750 Zagato “Record Monza” y los grandes 2200 y 2400. También están los deportivos Abarth “1000 Bialbero”, los Abarth-Simca “1600 GT” y “2000 GT”, los Fiat Abarth 2300 S Coupè, los 850 OT y 1000 OT, incluido el “monstruoso” OT 1600. A la lista deben añadirse los OT 2000, el OT 1300 “Periscopio”, los “2000 Monoposto Record”, los OT 1000 Coupè, los 1000 OTS y el OT 2000.

Los años setenta se caracterizan por el Fiat 124, el Fiat 131, los Autobianchi A112 transformados por Abarth, de 58 y 70 CV, y los increíbles 3000 Prototipo, monoplazas y biplazas que compitieron y ganaron muchísimas carreras.  Pero la historia del Escorpión no se detiene ahí: no podemos olvidar los Lancia Rally (037), Delta S4 y todas las versiones 4×4 del Delta, además de los modelos utilizados en los trofeos monomarca Fiat: Uno 70S, Uno Turbo de inyección electrónica, Fiat Cinquecento 900 y Sporting Kit.

El Registro

Con motivo de la inauguración de las Officine Abarth Classiche también se ha anunciado la creación del Registro Abarth, vinculado al Registro Fiat Italiano, que coordinará todas las actividades de un club dinámico y a escala internacional, mediante la participación en muchos eventos del sector, que se dividirán en cuatro áreas principales: ferias de exposición, eventos culturales, concentraciones y carreras. La secretaría es la misma que la del Registro Fiat Italiano, con el que se ha puesto en marcha una colaboración que conduzca al desarrollo de nuevas iniciativas.

Campeonatos en pista

Las carreras forman parte del ADN de Abarth y son muchos los vehículos históricos del Escorpión que participan en ellas, sobre todo en circuito y cronoescaladas. Desde los populares Abarth 850 TC y 1000 TC, hasta los bicilíndricos 595 y 695 Assetto Corsa y “esseesse”, continuando con las categorías GT con las innumerables versiones de berlinas carrozadas por Zagato, pasando después a vehículos más potentes, como los prototipos deportivos, en las diferentes cilindradas. Todos estos automóviles han destacado en su “hábitat natural” de los circuitos y cronoescaladas, y se han granjeado la admiración del público.

También en los rallies ha habido participaciones significativas, dada la gran tradición de éxitos en esta especialidad. Aún hoy en día, no es raro ver competir con éxito en pruebas especiales de las citas más renombradas a los Fiat Abarth 131 Rally o Fiat Abarth 124 Rally. Son muy numerosos los Autobianchi A112 Abarth que, desde 1977 hasta 1984, han protagonizado el célebre campeonato monomarca y que todavía hoy se presentan en masa a las principales carreras.

Como parte de un contexto más dinámico, se estudiarán nuevas iniciativas con la colaboración de ACI Storico para promover y organizar a los pilotos de los vehículos Abarth históricos, proponiendo un vínculo significativo con los actuales trofeos Abarth en pista. 

Concentraciones de marca

Una de las iniciativas que más implican a los fans, es participar en las concentraciones de marca. Se trata de momentos de agradable comparación entre personas unidas por la misma pasión que les permiten utilizar y mostrar al público su propio vehículo. Abarth Classiche organizará directamente algunos eventos, a través de su propio registro, para consolidar la pasión y reunir a nuevos coleccionistas de la marca. Las concentraciones se organizarán a nivel internacional, para reunir a los fans del Escorpión de todo el mundo.

Presencia en los eventos con más prestigio del mundo

En la actualidad, Abarth Classiche gestiona algunos vehículos pertenecientes a la colección Fiat-Lancia. Se trata de automóviles con un gran pedigrí deportivo: un Fiat Abarth 124 Rally oficial de 1974, un Fiat Abarth 131 Rally de 1976 con los colores Alitalia y el Lancia Rally (037), el último ejemplar fabricado en Abarth en 1984 con los colores Martini.

También forman parte de Abarth Classiche tres prototipos de récord: el monoplaza pilotado por el mismo Carlo Abarth para batir el récord de aceleración en 400 y 500 metros en 1965, y las dos berlinas monoplaza carrozadas por Bertone y Pininfarina. Son automóviles que representan la historia del Escorpión y que participarán en algunos de los eventos de más prestigio del calendario internacional.

«Abarth: the Scorpion’s tale”

Hay historias de éxito, victorias y gloria. Historias románticas, hechas de pasión, amor y locura.

Historias míticas, como la de Carlo Abarth. Quienes tuvieron el placer y honor de conocerlo dicen que era un “soñador con los pies en la tierra”:un oxímoron como se desprende de su vida personal, primero en lo deportivo y después como empresario. Fanático de las carreras desde su juventud, a partir de los años cincuenta Abarth apoyó la producción de componentes especiales y la transformación de las prestaciones para las actividades deportivas. Su gran idea fue la de brindar a la gente la posibilidad de vivir a diario la pasión por los coches y las carreras, haciendo extraordinarios productos creados como normales y transformando a la gente común en pilotos cotidianos. Gracias a Abarth el coche deportivo se convirtió en un sueño alcanzable, no para una pequeña élite, sino para cualquiera que lo deseara. En todos los sentidos, Carlo Abarth puede considerarse como el inventor del concepto de transformación en el campo de la automoción.

Esta actividad le permitió iniciar una aventura de grandes éxitos deportivos e industriales, cuyo eco ha llegado hasta nosotros sorprendentemente fuerte. Incluso hoy en día, tras más de un siglo desde el nacimiento de su fundador, la marca Abarth es conocida en todos los rincones del planeta.

Velocidad, prestaciones y adrenalina: para los fanáticos del motor, el Escorpión será para siempre el símbolo de la epopeya. Por ejemplo, cabe mencionar la empresa personal de Carlo Abarth que, en 1965 con 57 años, perdió más de 30 kg para entrar en el habitáculo del Fiat Abarth 1000 Monoposto Record y batir los récords de aceleración en un cuarto de milla y en 500 metros. O el “Fiat Abarth 1000 Pininfarina”,  cuidadosamente conservado hasta hoy en día, cuya memoria se relaciona con los siete récord batidos en el circuito de Monza por 9 pilotos que corrieron en septiembre de 1960 durante tres días seguidos.

Resumiendo, escribir sobre Abarth significa escribir sobre la pasión. Y es precisamente la pasión por la marca la que une a personas de cualquier condición social y de todas las edades. Incentivar sobre todo a los jóvenes, que hoy también pueden compartir de nuevo la emoción de conducir un Abarth por las carreteras todos los días, ha sido una de las razones de peso que han empujado a la marca a revivir en clave actual el glorioso pasado de Abarth, un legado histórico que resulta imposible desvirtuar.

Las victorias y récords batidos, las innovaciones e ideas originales y, a veces, un poco locas de la Abarth de entonces son el legado cultural de la Abarth actual y constituyen su principal riqueza. Es la historia de los hombres y mujeres que han contribuido al éxito de la marca, una historia que hay que narrar y a la que por fin se le da cabina en el libro “Abarth: la historia del Escorpión”, escrito por Sergio Seccatore y editado por el Registro Fiat Italiano.

Annaliese Abarth y la pasión por la marca

Anneliese Abarth, que durante muchos años acompañó al brillante fabricante de automóviles y fundador de la marca, sigue hoy en día representando al Escorpión bajo el signo de una profunda relación personal y profesional.

Fan desde siempre del mundo del motor, la señora Anneliese, en la actualidad presidenta de la Fundación Carlo Abarth, siempre estuvo al lado del genial fundador de la marca hasta el día de su desaparición. Recoge así, un testigo ideal bajo el signo de la continuidad y en nombre de una relación larga y profunda que ha caracterizado la vida de ambos.

Por esta razón, Anneliese Abarth es hoy embajadora de la marca y, gracias a su participación en las numerosas actividades del Escorpión, representa a la marca en múltiples eventos para coches de época y en las concentraciones internacionales de los diferentes clubes. Nadie mejor que ella, que vivió de primera mano la historia de Abarth, puede expresar lo que el fundador concretaba a través de las prestaciones de sus vehículos. Carlo y Anneliese Abarth se conocieron a principios de los años sesenta y vivieron una relación en la que la vida personal y profesional se entrelazaba constantemente, en perfecta armonía. Ambos se apoyaban en cada ocasión importante y Anneliese participaba con gran emoción en las pruebas y carreras. Además, se convirtió enla musa de Carlo Abarth y en un icono de estilo para sus creaciones.

Ahora el mito Abarth sigue viviendo en el corazón de todos los fans, a través de una gama que expresa deportividad sin compromisos gracias al progreso técnico constante, como lo demuestran, por ejemplo, los recién nacidos 595 Yamaha Factory Racing y 695 Biposto Record. El primero rinde homenaje a la prestigiosa colaboración entre la marca del Escorpión y el equipo Movistar Yamaha. De hecho, sinónimo desde siempre de carreras en el mundo del motor, para el bienio 2015 y 2016 Abarth es Patrocinador Oficial y Proveedor Oficial de vehículos del equipo que compite en el campeonato mundial FIM MotoGP (este año ha ganado los tres títulos en juego: pilotos, constructores y equipo).

El 695 Biposto Record es la versión que celebra el 50 aniversario del récord de aceleración con un vehículo de clase G batido por Carlo Abarth en 1965 en el Autódromo de Monza. Se caracteriza por una exclusiva carrocería “Amarillo Módena” con acabados en color “Tar Cold Grey” y emblema “695 Record” esmaltado en el lateral. Las prestaciones están garantizadas por el diferencial autoblocante mecánico, combinado por primera vez con un cambio de cinco velocidades. La combinación perfecta entre prestaciones, artesanía y cuidado por los detalles, al igual que la actividad constante de Anneliese Abarth en términos de promoción de la marca, alimentan el entusiasmo de todos los fans y mantiene viva la memoria de su fundador.

Fechas importantes en la historia de Carlo Abarth

Detrás de una marca que se ha convertido en un mito está, sobre todo, el trabajo de un auténtico genio de los motores. Carlo Abarth nació en Viena en 1908 y fue el artífice de un éxito casi sin precedentes en el campo de los deportes de motor, como resultado de una dedicación absoluta al mundo del motor y de un talento, pasión y gusto por la innovación realmente prodigiosos.

Uno de los principales capítulos de la historia de la marca es el que lo vincula a Fiat, en una sólida y rentable relación. Sin embargo, la historia de Carlo Abarth no comienza con los coches, sino con las motos: de hecho, con veinte años ganó sus primeras carreras montado en una Motor Thun y al año siguiente construyó su primera moto personalizada con la marca Abarth. Por desgracia, durante una carrera en Linz, un grave accidente le obligó a abandonar las motos, pero no a renunciar al deseo de desafiarse a sí mismo y a sus limitaciones: siguió compitiendo con sidecar, vehículo que precisamente él encumbra gracias a empresas como el desafío con el tren Oriente Express, que naturalmente ganó. Un segundo grave accidente en 1939 le obliga a renunciar a las carreras.

Comienza así la segunda vida de Carlo Abarth y del auténtico mito. En 1945 se trasladó a Merano y se convirtió en ciudadano italiano a todos los efectos. Después, tras una corta experiencia en Cisitalia, fundó la Abarth &C en 1949. El primer vehículo producido fue un 204 A Roadster, derivado de un Fiat 1100, que ganó inmediatamente el campeonato italiano 1100 Sport y el de Fórmula 2.

Al mismo tiempo, Abarth tuvo la brillante idea de combinar la actividad de las carreras con la atención por el gran público y comenzó a realizar los famosos kit de transformación para vehículos de serie que aumentaban la potencia, la velocidad máxima y la aceleración. Cabe destacar en estos kit los silenciosos de escape que, con el paso de los años, se han convertido en un auténtico icono del “estilo Abarth”. Gracias a la experiencia adquirida años antes en las motos, los silenciosos Abarth eran un producto tecnológicamente avanzado. Los primeros prototipos tenían un tubo central de sección constante y pasos laterales de fibra de vidrio, y suprimían todos los diafragmas para contener al máximo la compresión de los gases. Un sistema sencillo, pero innovador, que dio a sus productos una clara ventaja en términos de prestaciones y un sonido sordo y completo inconfundible. En pocos años, la Abarth & C. alcanzó niveles mundiales: en 1962 fabricó 257.000 silenciosos con una plantilla de 375 personas, el 65% se destinó a la exportación.

Son dos los elementos de fundamental importancia que determinaron el éxito de los componentes y kit Abarth: una inteligente campaña publicitaria y la actividad de carreras. De hecho, Carlo Abarth introdujo técnicas de marketing y comunicación que aún se utilizan hoy en día. Baste decir que, para convencer a los conductores a quitar su silencioso de serie e instalar uno Abarth, concibió una inteligente campaña de publicidad centrada en una elegante presentación del producto. Anunciado con un lenguaje nuevo y revolucionario en los principales periódicos, el silencioso se presentaba en las versiones negro mate y cromada, y se ofrecía a un precio mucho más alto que el de la competencia (4500 liras contra un máximo de 2000 liras). Sus colaboradores al principio escépticos con esta estrategia, pronto cambiaron de opinión: el éxito fue inmediato y extraordinario. Las primeras 50 unidades se realizaron para el Fiat “Topolino”.

El auge de la marca en el imaginario de los aficionados a las carreras fue incesante y con el paso del tiempo se convirtió en excepcional, alcanzando su punto máximo a finales de los años cincuenta y a lo largo de todos los años sesenta. Carlo Abarth construyó el mito del Escorpión con una dedicación absoluta y una actividad casi frenética en la que pueden entreverse las características del genio. Las etapas de esta continua proeza, de esta historia de éxito casi sin precedentes, se suceden a un ritmo que aún asombra hoy en día. Una larga marcha a base de récords, triunfos e ideas brillantes que cambiaron la forma de vivir los coches deportivos.

En 1956, con un Fiat Abarth 750 carrozado por Bertone, la marca batió un récord de duración y velocidad: el 18 de junio, en el circuito de Monza, batió el récord de las 24 horas, cubriendo 3743 km a una velocidad media de 155 km/h. Después, del 27 al 29 de junio, en el mismo circuito lombardo, encadenó varios récords: los 5000 y 10.000 km, las 5000 millas y también las 48 y 72 horas. El éxito tuvo un reconocimiento internacional: incluso el influyente periódico alemán “Das Auto Moto Und Sport” en el número 15 del 21 de julio de 1956 dedicaba la portada al Abarth 750. Zagato carrozó el mismo vehículo en dos versiones diferentes: el Fiat Abarth 750 Zagato (1956) y el Fiat Abarth 750 GT Zagato (1956). El 11 y 12 de mayo de 1957, en la 24 edición de las Mille Miglia, participaron nada menos que 20 coches del Escorpión en la clase 750 y de estos, 16 terminaron la carrera.

El eco de este extraordinario vehículo llegó incluso a los Estados Unidos: Franklin Delano Roosevelt Jr., hijo del presidente de los EE.UU., se apresuró a viajar a Italia para firmar personalmente con Carlo Abarth un acuerdo de exclusividad para la distribución de estos vehículos. En 1958 Abarth llevó a cabo una auténtica obra maestra en el nuevo Fiat 500, transformando totalmente el pequeño utilitario y destacando al máximo su potencial. El mismo año se volvió cada vez más estrecha su colaboración con Fiat, que se comprometió a entregar premios en metálico a Abarth en función del número de victorias y récords que la escudería era capaz de lograr. Un evento que constituyó la base del impresionante palmarés que ha ido acumulado la marca: 10 récords del mundo, 133 récords internacionales y más de 10.000 victorias en circuito.

El mito creció cada vez más, entrando incluso en el lenguaje común. Los años 60 fueron la década de oro de Abarth. Decir “Abarth” significaba decir “velocidad”, “valor”, “prestaciones”, “transformación”. Y es realmente larga la lista de vehículos que han grabado el nombre Abarth en la historia del automóvil: desde el 850 TC, que ganó en todos los circuitos internacionales incluido Nürbrugring, hasta el Fiat Abarth “1000 Berlina” y el 2300 S, que en el circuito de Monza encadenó una extraordinaria serie de récords a pesar de las malas condiciones climáticas.

A partir de 1971, Abarth pasó a ser propiedad de Fiat Auto y el último vehículo en cuya realización participó activamente el fundador de la marca fue el A112 Abarth. En los años 80 la historia continuó con vehículos célebres como el Fiat 131 Abarth, campeón del mundo de rally, y el Ritmo Abarth. Carlo Abarth murió, sin embargo, el 24 de octubre de 1979, bajo el mismo signo que le vio nacer: el del escorpión.

El despacho de Carlo Abarth

En las Officine Abarth se ha reconstruido el despacho de Carlo Abarth usando la decoración de la sede histórica. Un lugar sugerente, con muchos elementos personales como sus gafas y la cesta de manzanas. El fundador de la Casa del Escorpión siguió una dieta estricta a base de manzanas, fruta que le recordaba a su Austria natal, para perder el peso necesario y entrar así en la cabina del monoplaza con el que batió personalmente el récord de aceleración en un cuarto de milla en 1965.

Os traemos las ultimas noticias recien sacadas del horno, para que no os perdais nada de este mundo tan apasionante de las cuatros ruedas
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