EL CONCESIONARIO CHEVROLET MAS ANTIGUO DE EUROPA
El año 2011 marcó el centenario de Chevrolet: 100 años de compromiso y una pasión compartida por la marca de generaciones de distribuidores que han creído en la compañía y la han acompañado desde sus inicios.
Este es el caso de Wiegerinck Groep, el primer importador de Chevrolet en Europa. Cuatro generaciones de la familia Wiegerinck comparten dos cosas únicas: el apellido y una pasión por la marca Chevrolet que no para de crecer desde hace casi 100 años.
Todo empezó en 1919, cuando Bart Wiegerinck, un ingeniero y empresario de la ciudad de Goor (Países Bajos), importó su primer chasis de camioneta Chevrolet de Estados Unidos. De inmediato percibió un futuro lucrativo para su negocio en el sector de los «carruajes motorizados». Sin ser consciente de ello, estaba a punto de poner en marcha un negocio familiar que crecería con el paso de las generaciones.
En 1887, Wiegerinck abrió un pequeño taller en el que fabricaba bicicletas y equipamiento para cocinas con una forja y prensas de acero. Casi 100 años después, su negocio se ha convertido en dos sofisticados centros de venta y servicio postventa en Goor y Hengelo, impulsados por la devoción que la familia profesa a la emblemática marca estadounidense.
«Las facturas manuscritas han sido reemplazadas por pedidos informatizados, y por suerte, ahora los coches nos llegan en camión. A pesar de estos avances, en el fondo seguimos siendo la misma empresa», comenta Bart Wiegerinck, el cuarto miembro de la saga en ocupar los puestos de director general y propietario.
Trabajo, descanso y recreo
Cuando importó su primer chasis de camioneta de Chevrolet desde Estados Unidos en 1919, era poco más que un motor y una caja de cambios sobre ruedas. Bart y su hijo tuvieron que «tomar prestadas» unas cajas de naranjas para poder sentarse durante su viaje de vuelta de 250 kilómetros desde el puerto de Amberes. Ataviados con sus trajes de negocios y chaquetas de invierno, el viaje fue duro, pero Wiegerinck estaba convencido de que aquel era el camino para formar parte de la industria del futuro, crecer y diversificar su negocio de bicicletas.
Casi 100 años después, el bisnieto de Bart Wiegerinck, que lleva su mismo nombre, es la cuarta generación en perpetuar la tradición familiar al frente del concesionario de Chevrolet. Volviendo la mirada a este decisivo momento de la historia familiar en 1919, Bart explica: «Lo que mi bisabuelo vio en el primer vehículo que compró -un coche excelente para su precio y un alto estándar de calidad- sigue estando vigente hoy en día. Y la devoción y la pasión por Chevrolet, transmitidas de generación en generación, son uno de los motivos principales de nuestro éxito.»
«Mi familia nunca me obligó a entrar en el negocio. Desde los cuatro años, me pasaba los días jugando en el taller, haciendo los deberes en una de las oficinas y limpiando coches en el patio o haciendo recados para ganarme la paga. Pasa a formar parte de tu vida, y me encanta.»
Servicio de largo recorrido
Actualmente, Wiegerinck Groep tiene 26 empleados de la zona. Uno de ellos es el padre de Bart, la tercera generación de Barts, que a sus 77 años es el empleado más antiguo de la empresa. Empezó su carrera a los 14 años y todavía forma parte de la junta directiva y ofrece sus consejos al personal. «Mi padre es el asesor en el que más confío para tomar decisiones, cosa que hacemos juntos», señala el actual director general Bart. «Me ha transmitido muchos consejos sobre la vida, que en su día le dio su propio padre, y siguen vigentes hoy. La familia Wiegerinck no son sólo mis parientes de sangre, sino también los chicos y chicas que vienen aquí a trabajar a diario. La madurez y la experiencia trascienden las generaciones, desde aprendices hasta jubilados, y eso se refleja en el servicio que brindamos a los clientes.»
«Cuando los clientes nos preguntan en 2012 por qué deberían comprar un Chevy, mi padre les dice que todavía tenemos el Bel Air de 1958 de mi abuelo, y que después de recorrer 500.000 kilómetros, sigue funcionando y todas las piezas son originales. Muchas de las personas a las que les ha dicho esto a lo largo de los años, siguen siendo clientes hoy en día», añade Bart.
Cien años y 209 millones de vehículos vendidos desde la fundación de Chevrolet, el éxito de la marca no se debe sólo a los míticos coches y camionetas que fabrica, sino también a la exclusiva relación que los responsables y comerciales de los concesionarios mantienen con sus clientes, forjada a lo largo de décadas de servicio leal.
«Empezamos fabricando camionetas pequeñas, coches y limusinas con tres filas de asientos, y seguimos haciéndolo hoy en día con el nuevo Chevrolet Orlando. De todos modos, lo más importante que mi bisabuelo nos inculcó es que, si cuidas del cliente, el cliente cuida de ti, ya que un servicio excelente no cuesta nada y para el cliente lo es todo.»
La explosión de Internet
Con la explosión de Internet en los últimos 20 años, cada vez son más los clientes que llegan a los concesionarios habiendo buscado a golpe de ratón toda la información que necesitan para comprar con criterio un vehículo. En la actualidad, las ventas por Internet suponen el 40% del negocio de Chevrolet en Europa. Desde el primer momento, los distribuidores de Chevy fueron conscientes de la importancia de estar presentes en el mundo online, y en la actualidad se relacionan con los consumidores a través de Twitter, Facebook y chats.
«El auge de Internet supuso un gran cambio para nuestra actividad diaria, y nos hemos adaptado a las nuevas tendencias. Además, los avances tecnológicos del vehículo eléctrico Chevrolet Volt representan una enorme evolución con respecto al primer Chevrolet que compró mi bisabuelo. Pero lo que no ha cambiado y nunca lo hará, más allá de la tecnología, es el hecho de que tenemos que ganarnos la fidelidad de los clientes día tras día, y eso siempre lo hemos tenido muy presente», añade Wiegerinck.
A lo largo de la historia, los distribuidores europeos de Chevrolet han superado conflictos y condiciones económicas fluctuantes, y siguen evolucionando al compás de los tiempos. Es posible que las ventas de Chevrolet hayan pasado desde los pedidos que se hacían mediante cupones de periódicos en 1912 hasta la actual red de 2.500 concesionarios en 21 países europeos, pero los comerciales siguen siendo el alma de la empresa, y muchos concesionarios aún están dirigidos por las familias que los fundaron.
«Creemos que es fantástico seguir colaborando con tantos concesionarios de largo recorrido que han formado parte de nuestra historia», señala Cesare Prati, Director Ejecutivo de Ventas de Chevrolet Europa. «La clave de nuestro futuro es seguir inspirándonos en Louis Chevrolet y en estos pioneros, haciendo las cosas básicas de la mejor manera posible para cada cliente, en cada ocasión.»