El 70% de los madrileños usa el coche a diario
El RACE y Goodyear han realizado una encuesta en la que más de 3.000 madrileños han expresado mayoritariamente (7 de cada 10) que, para ellos, el coche es «imprescindible» en sus desplazamientos.
Los planes del Ayuntamiento de Madrid de cara a su movilidad parecen haber obviado el elemento más importante de todos: los usuarios.
Por ello, el RACE y Goodyear publican, en la víspera de la activación de ‘Madrid Central’, los resultados de una encuesta realizada a más de 3.000 madrileños de la capital y del resto de la provincia, en la que destaca que, para el 70%, el coche es imprescindible en sus desplazamientos, con lo que la puesta en marcha de los planes tan drásticos y poco consensuados como los del consistorio madrileño va a impedir que los ciudadanos realicen sus actividades con normalidad.
En este enlace se pueden descargar gráficos interactivos.
Según los resultados de la encuesta realizada por el RACE y Goodyear, los madrileños usan de media el coche 17 días al mes, por encima del uso del metro (11,7), autobús (9,5), o tren (6). Existen diferencias entre aquellos que viven en Madrid capital y los que pertenecen al área metropolitana.
Los ciudadanos de Madrid capital utilizan el coche (15) y el tren de cercanías (5,5) en menor medida, mientras que el uso que realizan del metro sube hasta los 14,5 días, y del autobús a 11,4 días de uso al mes.
Por su parte, aquellos que viven en el área metropolitana, realizan un mayor uso del coche y el Cercanías debido a la menor oferta de modos de transporte, con un promedio de uso del coche que se eleva a los 19,3 días y del tren a los 7 días, y un descenso en el uso del metro hasta los 8,2 días, y del autobús hasta los 7 días.
El 53% de los residentes de localidades próximas a Madrid afirman que no utilizan el transporte público por el excesivo tiempo que emplean en los trayectos, seguido por un 26% que critica la mala comunicación y las interconexiones con otros medios.
Los conductores de la periferia de la Capital estiman que, en el caso de verse obligados a usar el transporte público, el tiempo por trayecto aumentaría una media de 45 min, lo que, trasladado al total de desplazamientos realizados durante un año de trabajo, supondría un tiempo equivalente a 42 jornadas laborales más.
Respecto a la frecuencia con la que se utiliza cada modo de transporte, destaca de nuevo el vehículo privado con el 54% de usuarios que lo hacen al menos 3 o más días a la semana, por encima del metro con el 33%, el autobús con el 25%, el tren con el 15%, y los usuarios de moto con el 5,4%.
¿Alternativas de movilidad? Las conocen, pero…
Los madrileños demuestran tener un gran conocimiento de la variedad de nuevas formas de movilidad. Sin embargo, y a la vista de los resultados, siguen prefiriendo, con una gran diferencia, las formas de moverse tradicionales, gracias a sus vehículos privados y al transporte público, al menos de momento.
Según los datos, sólo el ridesharing (Uber, Cabify…) y el alquiler de coches por minutos superan el 10% de madrileños que los han usado.
Otras alternativas, como el carsharing, bike sharing, motosharing o el alquiler de coches entre particulares muestran un porcentaje muy poco representativo, a pesar de que el conocimiento de estos servicios es muy amplio, llegando a 9 de cada 10 en el ridesharing y al 83,5% en servicios de carsharing.
De entre aquellos que no los han usado, sólo el ridesharing y el alquiler de coche por minutos superan el 50% en intención de uso en el futuro. El resto de alternativas, ni han sido usadas ni van a ser utilizadas mayoritariamente en los próximos años.
Los ciudadanos, los grandes afectados
Las medidas basadas en nuevas restricciones a la circulación tienen claros inconvenientes:
- Disminución de la movilidad: si no se adapta y mejora el transporte público sólo consigue una disminución de la movilidad, y por lo tanto de la riqueza, ya que perjudicara el comercio y los negocios de la zona afectada.
- Perjudica a las familias: especialmente con niños y personas mayores, que no pueden moverse bien en transporte público, y menos en bicicleta.
- Falta de equidad social: no es justo desde el punto de vista de la igualdad social, ya que se limita el acceso a las clases más desfavorecidas que no pueden afrontar el cambio de coche a uno 0 Emisiones o Eco.
- Efecto frontera: se trasladan e incrementan los problemas de atasco a las zonas periféricas, incrementando hasta un 10% el tráfico en los alrededores ya que hay que realizar más kilómetros para ir de una parte de la ciudad a la otra, y por tanto se genera mayor contaminación. Finalmente, estas emisiones contaminantes no entienden de fronteras, se mueven con el viento.
Propuesta de medidas
Si se quiere mejorar la movilidad y la calidad del aire, consideramos necesario:
- Impulsar medidas que fomenten el cambio a vehículos nuevos menos contaminantes. un coche de hace 20 años contamina como 36 nuevos.
- La construcción de aparcamientos disuasorios que facilite el acceso al transporte público, de los cuales no se ha construido ninguno de los 8 prometidos en 2015.
- Realizar una propuesta en firme de mejora del transporte público antes de tomar este tipo de medidas, en cuanto a la oferta, frecuencias, horarios y precios.
- Ofrecer nuevas soluciones en el campo de la disminución de la movilidad, como las gestiones telemáticas, incentivos al teletrabajo para las empresas, y ayudas a la conciliación de la vida familiar.
- Que los Ayuntamientos centren también sus esfuerzos en otras fuentes contaminantes como las calderas de viviendas particulares, tiendas, centros comerciales y edificios institucionales, que según la Agencia Europea del Medio Ambiente (Aema) son responsables del 56% de emisiones de partículas contaminantes, por encima del 13% ocasionado por los vehículos.