Citroën celebra su centenario en el ClassicAuto Madrid
No podría escribirse la historia del automóvil sin las aportaciones de Citroën. Algunos de sus modelos han sido hitos mundiales, como el «Traction Avant», el DS «Tiburón» o el 2 CV, pero -avances tecnológicos aparte- Citroën supuso hace un siglo la mecanización en la fabricación de coches en Europa y, por consiguiente, su abaratamiento y accesibilidad por un gran sector de la población.
El Club «Traction Avant» de Madrid conjuntamente con ClassicAuto, propone en esta edición del Salón una vista global de los modelos más característicos e importantes en estos últimos cien años de producción de automóviles por la marca francesa.
Resulta un poco prosaico decir que André Citroën reconvirtió su fábrica de granadas de artillería de la I Guerra Mundial a la producción de automóviles, pero lo cierto es que el proceso productivo en cadena (que había aprendido de Henry Ford) y el trato casi familiar a sus empleados -tan revolucionarios en la década de los años ’20- fueron continuidad del periodo bélico.
A esto se sumó el acierto en adoptar soluciones técnicas que luego se implantarían en todo el sector y para siempre, como las ruedas con neumáticos, arranque e iluminación por electricidad, carrocerías cerradas… aportando un notable nivel de seguridad y facilidad de guiado.
El coqueto 5CV fue muy popular entre las mujeres de su tiempo (que se iniciaban en la conducción)… Y además, democratizó el automóvil al ofrecerlo a precios asequibles para la clase media y ¡con posibilidad de comprarlo a plazos!.
Durante los «Felices 20» la empresa creció enormemente incluso fuera de las fronteras francesas, estableciendo una gran red de concesionarios y talleres especializados en su gama cada vez más amplia. André Citroën era un visionario y un gran empresario, pero el «crac» financiero de 1929 y los años de la depresión le llevaron a la quiebra y la venta de la marca a la familia Michelin en 1934.
Curiosamente, la empresa renació con gran fuerza tras la II Guerra Mundial gracias a dos modelos que se habían gestado justo antes: el 7/11/15, denominado «Traction Avant», y el 2 CV. El primero era el compendio de grandes avances Citroën, como una carrocería monocasco en acero, motor y tracción delanteros, frenos hidráulicos con servo… hasta estrenó una suspensión hidroneumática.
Tras más de dos décadas a la venta en numerosas versiones, fue sustituido por otro modelo aún más extraordinario: el DS «Tiburón». Todo lo aprendido en el modelo anterior, pero con una carrocería futurista, dio como resultado un coche revolucionario -estratosférico frente a sus rivales- que fue fabricado desde mediados los años ’50 hasta bien entrados los ’70.
El DS era una berlina familiar no al alcance de todos los bolsillos, pero para «monsieur tout le monde» Citroën tenía el coche ideal de la posguerra: el 2 CV, apto para todos los terrenos gracias a su suspensión de largo recorrido; duro, simple, capaz, con motor irrompible refrigerado por aire… ¡otro mito que no necesita presentación!
Durante los años ’70 la marca adquirió la prestigiosa Maserati, dotando de su potente motor V12 al modelo SM (sucesor del DS), también equipado de la célebre suspensión hidroneumática que era sello de la casa, y que más tarde pasó a los sucesivos GS, XM y CX…
La unión con su mayor rival de antaño, Peugeot, llegó en 1974 formando el Grupo PSA, aunque ambas marcas siguen manteniendo su diferenciación más de cuatro décadas después.
Una de las principales filiales europeas de Citroën se instaló en Vigo (1957), convirtiendo a la marca del «Doble Ángulo» en una de las primeras fábricas de automóviles de España y a sus modelos, de los más populares de nuestras carreteras. Estos coches han pasado con el tiempo a manos de coleccionistas y Clubes como el «Traction Avant» de Madrid, que presentará en ClassicAuto una retrospectiva de la historia de su marca ahora que cumple sus primeros cien años.
ClassicAuto Madrid, Salón Internacional del Vehículo Clásico, celebra este año su décima edición entre el 22 y el 24 de febrero.
Ocupará una superficie de 30.000 metros cuadrados en el Ferial de Casa de Campo de Madrid (Pabellón de Cristal y Pabellón Satélite del Madrid-Arena) y recibe cada año más de 35.000 espectadores.
En esta edición compondrá un «Evento Global del Motor» en Madrid al combinarse con AutoRacing, Salón del Automóvil de Competición y Karting, promovido por la Real Federación Española de Automovilismo.