PRUEBA CHEVROLET ORLANDO

Nos ponemos a los mandos del monovolumen compacto de 7 plazas de Chevrolet, llamado Chevrolet Orlando. Este hizo su aparición en España en marzo de 2011 enmarcándose dentro del segmento C, en donde se está posicionando como uno de los referentes de dicho segmento, por su excelente relación calidad-equipamiento-precio.

Estamos hablando de un monovolumen con una medida de 4652 mm de longitud, en el cual habitan 7 plazas para adultos, además de un pequeño maletero (ampliable notablemente si prescindimos de los dos últimos asientos); algo difícil de imaginar, pero que es una realidad.

Su diseño se sale algo de lo normal. A simple vista no da tanto aspecto de monovolumen, dado que es mucho más bajo que sus rivales más directos (Opel zafira, Peugeot 5008, Citroen Grand C4 Picasso o Renault Grand Scenic entre otros).

En cuanto a los precios del Chevrolet Orlando, para motores gasolina parten de los 16.780 € para el motor 1.8 litros de 141 CV, Manual 6v con el acabado LT hasta los 21.515 € con cambio automático de 6 velocidades y acabado LTZ. El motor gasolina con el acabado LTZ y cambio manual de 5 velocidades nos sale a un precio de 20.415 €.

En lo que respecta a los motores diesel los precios parten de los 17.900 € del motor 2.0 litros de 132 CV manual de 6 velocidades y acabado LT hasta los 23.550 € del acabado LTZ y cambio automático de 6 velocidades.

Entre medias se queda la opción de nuestra unidad de pruebas, que lleva el acabado LTZ y cambio manual, y que sale a un precio de 22.450 €, sin contar los descuentos, lo que le convierte a nuestro parecer, en una muy seria opción de compra, si lo que vamos buscando es un coche familiar de gran capacidad.

15-05-2012//Agustín Conde

DISEÑO

Se trata de un monovolumen de tamaño medio y 7 plazas (las dos ultimas escondidas bajo el piso del maletero), con una longitud de 4,65 metros, una anchura de 1,84 m y una altura de 1,63 m., a medio camino entre el monovolumen y el crossover.

Cuenta con una silueta baja, de formas cuadradas, pasos de rueda sobredimensionados y un robusto frontal, con la ya característica parrilla doble de la marca Chevrolet. Estas líneas buscan sobre todo no desperdiciar espacio y dotar al interior del habitáculo de la mayor amplitud posible; objetivo más que conseguido a la vista del Orlando que tenemos delante de nuestros ojos.

En su vista lateral es donde mejor y más se aprecia su tamaño, como su aspecto cuadrado, además de ese perfil bajo, que lo asemeja más a un sedán que a un monovolumen (ya que comparte plataforma con el Chevrolet Cruze), algo muy de agradecer para la estabilidad, prestaciones y consumo. Además presenta unos pasos de rueda sobredimensionados dándole un aire más deportivo.

En la trasera, al igual que la delantera los faros son de gran tamaño, presenta un portón de apertura hacia arriba que nos introduce en su gran maletero (458l); el paragolpes trasero también lleva la protección en la parte baja, con la misión de vitar ralladuras o picotazos de las piedras que sal tan del asfalto.

En el interior, la calidad de los materiales y acabados es muy buena. Aunque creo que se abusa un poco del uso de plásticos en general el interior tiene una textura muy agradable, suave y con terminaciones bastante buenas. La insonorización del habitáculo es impresionante, apenas se oye el motor cuando este está encendido.

Presentas rasgos Chevrolet como la cabina doble y la retroiluminación ambiental azul de la consola central. Un diseño muy atractivo y funcional con numerosas soluciones de almacenamiento.

El uso de los diferentes mandos es bastante sencillo e intuitivo. La palanca de cambios está colocada en la situación perfecta. Además presenta una pequeña sorpresa en forma de guantera oculta (ver foto), tras los mandos que controlan el navegador, radio etc.. y donde se ubican las conexiones USB y AUX y con una capacidad respetable.

Una vez sentados, nos encontramos con unos asientos muy cómodos, con agarres laterales (que de verdad agarran en curvas) perfectos en ergonomía y con unos ajustes muy eficientes. Además el asiento del conductor presenta un apoyabrazos lateral, regulable en altura, muy cómodo en versión automática, pero que con el cambio manual, puede estorbar un poco a la hora de realizar los cambios.

Pasamos a la parte trasera del habitáculo, y nos encontramos con un espacio sorprendente, asientos cómodos con climatizador orientable. La distancia para las piernas para ocupantes es más que de sobra, y alberga la posibilidad de inclinar los respaldos de los asientos alrededor de 30º.

La altura de las tres plazas es excelente al igual que la anchura del habitáculo, aunque como en todos los coches, la plaza de en medio es menos cómoda que sus homólogas de las ventanillas.

Pasamos a la zona del maletero, 458 litros de capacidad, ampliable hasta 1.499 litros si abatimos los asientos de la segunda fila (40/60). Aquí hemos observado que el cubremaletero está en una posición sensiblemente más baja que el final de los respaldos de la segunda fila, lo que resta volumen total de carga.

Y bajo el piso del maletero, la tercera fila de asientos. Salen dos asientos de «verdad», ligeramente más altos que los 3 precedentes (estilo Cine), para proporcionar mayor visión a sus ocupantes, y donde para nuestra sorpresa ocupantes de hasta casi 180 cm pueden realizar viajes de larga duración sin problemas, gracias al espacio de piernas y altura al techo. Aquí se produce una merma de la capacidad del maletero (como en todos los 5+2) hasta dejarlo en 89 litros.

En resumen, el Chevrolet Orlando posee una habitabilidad, comodidad y funcionalidad interior sobresaliente y es apto para multitud de necesidades de transporte diferentes. Además, sus silenciosos motores, y el excelente equipamiento que ya trae de por sí de base, unido a un chasis muy conseguido, proporciona muy buenas sensaciones de conducción.

PRESTACIONES

Una vez colocados en el interior del coche, apenas tardamos en conseguir la posición ideal, y nos ponemos en marcha. En nuestra primera etapa, nos disponemos a castigar al Orlando con una conducción en ciudad. Aquí de nada nos valen sus 163 CV, y se le nota algo molesto, pero responde con eficacia. Se agradece el sensor de parking trasero en los aparcamientos y aunque los consumos se nos han elevado hasta los 8,5 L/100 km, no nos parecen en absoluto excesivos, para el tipo de vehículo que es.

Pasamos a una conducción en carretera y autopista, y aquí hemos intentado hacer dos modos de conducción, en primer lugar, un modo de conducción normal y habitual en cualquier conductor, y otro respetando al máximo las sugerencias de cambio de marcha del vehículo y empleando el control de velocidad.

Nuestra manera de conducción en ningún caso es agresiva y apuramos en su justa medida los cambios. Como resultado, tenemos un consumo por debajo de 8,0 L/100 km. El paso por curva es firme, no se aprecian balanceos, incluso en carreteras reviradas se muestra ágil y la respuesta del motor en adelantamientos e incorporaciones es sorprendentemente bueno, y eso que hablamos de un coche de más de 1,5 Tn.

En el modo «eficiente», nos encontramos con un vehículo más ahogado, ya que los cambios los hacemos en el 90% de los casos por debajo de las 2.000 rpm, y eso merma las prestaciones del vehículo. Además de adaptarnos al cambio (mediante un icono verde SHIFT que aparece en el cuentakilómetros), hemos empleado el control de velocidad para mantener estable la velocidad (alrededor de los 120 km/h) ¿Y en que se traduce llevar el coche de esta manera? En un consumo de apenas 6,0 L/100 km.

Ahora pueden asaltar las dudas, ¿cómo llevo el vehículo? ¿Qué es mejor? Pues adapta el modo de conducción a las necesidades de la mejor manera posible. Este último modo es muy aconsejable cuando vamos en autopista, ya que marcamos una velocidad,..y carretera y manta. Sin embargo para los restantes trayectos no es muy eficaz, aunque en algunos momentos pueda ayudar, a la economía de tu cartera.

EQUIPAMIENTO Y SEGURIDAD

Sobre el Equipamiento, decir que hay tres niveles disponibles en el Chevrolet Orlando: LT, LT+ y LTZ. Aunque para este motor de 163 CV únicamente se puede adquirir con el acabado LTZ.

En el acabado LT, nos encontramos con un equipamiento tanto de comfort como de seguridad muy completo, e incorpora de serie control de estabilidad, control de tracción, kit de reparación de neumáticos, ABS, distribución electrónica de la frenada, sensor de aparcamiento trasero y aire acondicionado.

Además incorpora airbag lateral de cortina en las tres filas de asientos, frontal del conductor, frontal del acompañante desconectable con sensores, airbags laterales delanteros, cinturón de seguridad delantero en asiento conductor, acompañante y ajustable en altura con pretensores y preparación Isofix.

El acabado LT+ añade a lo anterior, llantas delanteras y traseras de acero de 16″, climatizador automático, antiniebla delanteros, cierre de seguridad para niños en puertas traseras,…

En lo que respecta al acabado tope de gama, el LTZ, añade a todo lo anterior, sensores de lluvia y luces, Navegador, cromado en las ventanas laterales y en los paragolpes y protección anticorrosión con galvanizado, además de llantas delanteras y traseras de aleación ligera de 17″. El cambio automático, únicamente está disponible con este acabado.

Podríamos ampliar nuestro el equipamiento, con un paquete exclusivo LZT Plus que incorpora llantas de 18″, asientos de cuero calefactables y techo corredizo acristalado. Además podemos incorporar rueda de repuesto que iría en los bajos del vehículo, que por lo que nos han comentado es de fácil instalación.

A FAVOR

Habitabilidad y funcionalidad interior
Prestaciones
Precio

EN CONTRA

Abuso de plásticos
Apoyabrazos del asiento del conductor
Ubicación del cubremaletero, algo baja.