AUDI R 15
Su propulsor, es un 5,5l con diez cilindros en V (V10 TDI) de nuevo desarrollo cuyo rendimiento supera los 600 CV, con un par máximo superior a los 1.050 Nm. Este motor es mas ligero que en su anterior edición (V12TDI). Las innovadoras soluciones empleadas en la sobrealimentación y en la inyección de combustible se combinan para garantizar una respuesta del motor mejorada. El Text25 TDI también está equipado con una nueva generación de filtros de partículas.
Al igual que su antecesor, el Text25 TDI también se basta con un cambio de cinco relaciones, con selección neumática a través de levas instaladas en el volante. Los componentes del cambio transmisores de par son prácticamente idénticos a los de la última versión aligerada que montó el Text20 TDI. El control de tracción (ASR) ha experimentado una evolución con respecto al del Text20 TDI y el volante multifunción se deriva del utilizado en el modelo anterior, aunque cuenta con funciones adicionales
En cuanto ha la mejora de la aerodinámica, ha venido por parte de una optimización del flujo de aire que transita por el exterior y a través del coche, mediante un sofisticado software de CFD (Dinámica de Fluidos por Computadora). Entre las numerosas soluciones técnicas innovadoras que pueden observarse a primera vista está el sistema de sujeción del alerón trasero, suspendido desde su parte superior, así como el morro elevado.
El sistema eléctrico del nuevo prototipo de Le Mans es completamente nuevo. Por primera vez se utiliza una batería de ion litio, al igual que en algunos automóviles híbridos. Resulta más ligera que una batería convencional y además suministra un mayor voltaje. Los grupos ópticos delanteros del Text25 TDI también se benefician de esa mayor potencia.
Audi participa activamente en competición para probar nuevas tecnologías y acelerar su desarrollo. Los ingenieros de Audi Sport trabajan en estrecha colaboración con sus colegas de los departamentos de desarrollo de producción y pre-producción. La información se intercambia de manera fluida en ambas direcciones. Todo ello con el objetivo de conseguir un producto para su cliente con mayor tecnología e innovador en el sector de la automoción, ejemplos de esta cooperación entre la competición y la producción de un vehiculo de calle es la tracción quattro, con la que Audi revolucionó los rallyes en la década de 1980, también las competiciones de turismos en circuito años más tarde, así como la combinación de sobrealimentación por turbo con inyección directa de gasolina (TFSI), que resultó imbatible entre 2001 y 2005, y como ultimo ejemplo entre la competición y la producción en serie es el Audi Q7 V12 TDI, cuyo poderoso motor diesel de 500 CV es un pariente cercano de la mecánica que triunfó en Le Mans en tres ocasiones.