Las ayudas a la compra de coches nuevos, no incluye diésel ni gasolina
El plan de ayudas a la compra de automóviles que el Gobierno había prometido desde antes del verano, será aprobado antes de que acabe el año. Cuando se dio a conocer este programa, que cuenta con unos fondos de 50 millones a cargo de los Presupuestos del Estado para este año, siempre se habló de que estaría en vigor en otoño.
A diferencia de lo ocurrido con los anteriores Planes Pive, este nuevo programa dejará fuera de las subvenciones a los coches con motores de gasolina y diésel únicamente, incluso los más eficientes que cumplen con la normativa Euro 6. De hecho, se conoce internamente como ProMovea y vendría ser una especie de réplica del plan Movea que beneficia a los compradores de vehículos alternativos, es decir eléctricos 100%, híbridos puros o ‘enchufables’ y de gas, bien sean de GLP (gas licuado del petróleo) o de GNC (Gas Natural Comprimido).
Según el reparto de los fondos que se ha decidido, la mayor parte, unos 30 millones de euros, irá destinada a mejorar las infraestructuras de recarga y los restantes 20 millones de euros, directamente a los vehículos que se adquieran. En el último Movea, con poco más de 16 millones de euros en todos los conceptos, las ayudas apenas duraron unas horas por la gran cantidad de operaciones que se habían realizado con anterioridad a la aprobación del programa.
Arturo Pérez de Lucia, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), explica que una de las novedades también radica precisamente en que “será el Idae y no Tragsa el encargado de tramitar los expedientes de ayudas”. El Idae pertenece al Ministerio, mientras que Tragsa es una empresa externa, lo que “hace más farragosa la tramitación y acorta los plazos”.
Desde Aedive entienden que “ahora la preocupación para la gente radica más en la falta de infraestructuras de recarga”. Y ello viene dado por “el esfuerzo de los fabricantes de vehículos que paulatinamente van abaratando sus productos y que han introducido una mayor gama de modelos en el mercado.
Desde Anfac, la patronal de los fabricantes de automóviles presentes en España y defensora de las ayudas a los vehículos diésel y de gasolina de última generación (Euro VI), Mario Armero, su vicepresidente ejecutivo explica que “estamos convencidos de que los estímulos son una eficaz herramienta para incrementar la cuota de vehículo alternativo sobre el total del mercado y lograr, de esta forma, una movilidad más baja en carbono y sostenible. Pero si queremos que este tipo de vehículos siga incrementando su presencia en el mercado y su popularidad, estos estímulos deberán tener continuidad en el tiempo”.