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A pesar que la tendencia actual lleva a fabricar vehículos eléctricos e híbridos enchufables, y que en un primer momento Mazda sacó a escena el CX60 en motorización PHEV, muy acertadamente los de Mazda han sacado la versión diésel e-Skyactiv D de 252 CV(junto con el CX5, conserva motorización diésel en el mercado español), de etiqueta ECO, que probamos esta semana.
El CX60 de Mazda es un SUV de 4.745 mm de largo, 1.890 mm de ancho, 1.680 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.870 mm. Teniendo principalmente a dos rivales, el Volvo XC60 B4 y el Mercedes-Benz GLC 220d.
Precios
| Mazda CX60 E-Skyactiv D MHEV 200 CV Prime Line | 51.398 euros |
| Mazda CX60 E-Skyactiv D MHEV 200 CV Exclusive Line | 52.948 euros |
| Mazda CX60 E-Skyactiv D MHEV 252 CV Exclusive Line | 56.548 euros |
| Mazda CX60 E-Skyactiv D MHEV 200 CV Homura | 56.948 euros |
| Mazda CX60 E-Skyactiv D MHEV 252 CV Homura | 60.548 euros |
| Mazda CX60 E-Skyactiv D MHEV 200 CV Takumi | 58.498 euros |
| Mazda CX60 E-Skyactiv D MHEV 252 CV Takumi | 62.098 euros |
Línea exterior muy deportiva
Con el CX60 Mazda cambia completamente el diseño de sus SUV, y gracias al acabado Homura tiene un aire deportivo pero sin dejar de lado la elegancia y el buen gusto. Un frontal muy poderoso, con la parrilla en negro y unas ópticas de corte afilado que dan una iluminación excelente; en la parte baja del paragolpes, y unas llamativas entradas de aire verticales.
La vista lateral es característica de Mazda, un capó muy alargado y un habitáculo muy retrasado, que se reconoce de inmediato. El color Platinum Quartz le sienta a la perfección y en conjunto con las llantas en negro, le otorga una estética muy atractiva.
La zaga tiene un diseño más continuista y tradicional, redondeado, con un portón de apertura eléctrica donde se integran las ópticas traseras y en la parte superior un alerón que integra la tercera luz de freno. En la parte baja, un paragolpes que acoge los catadióptricos y cuatro salidas de escape puramente decorativas, aunque tras ellas hay dos reales, totalmente funcionales.
Interior amplio y confortable
Se trata de un interior muy premium, tanto por la calidad de los materiales como por la atención en el detalle de los acabados y terminaciones.
En esta parte delantera presenta una excelente ergonomía, con un volante redondo de buen tamaño y de grosor perfecto, que además se regula eléctricamente en altura y profundidad. Además, el Mazda CX60 es capaz de reconocerte, colocar el asiento, retrovisores y la pantalla del Head Up Display a tu gusto. Incluso la configuración del sistema de sonido y la climatización.
La sensación de amplitud y confort en las plazas delanteras es espectacular; los asientos recogen bien el cuerpo, son cómodos a rabiar y es bastante fácil encontrar el punto óptimo de conducción gracias a las diferentes regulaciones eléctricas; estos asientos son calefactables y ventilados.
En la parte trasera encontramos un buen espacio incluso para 3 ocupantes y el techo solar panorámico, que da mucha luminosidad al interior, ayuda a un mayor desahogo.
Si bien el espacio no es todo lo que hubiéramos deseado, el tapizado, el acceso y el que los asientos puedan reclinarse ligeramente, son puntos a favor del confort a bordo. Además el túnel de transmisión apenas influye en la plaza central y para mayor comodidad, se dispone de salidas de aire y dos tomas USB-C.
Maletero
El Mazda CX60 en su motorización diésel, cuenta con un maletero de 570 litros de capacidad. Sorprendentemente, si elegimos la motorización híbrido enchufable, tendrás la misma capacidad ya que la plataforma se pensó desde el principio para albergar este tipo de mecánicas y las baterías van bajo el piso del coche en lugar de bajo el maletero.
Los respaldos de los asientos traseros, divididos en tres partes, pueden abatirse individualmente, llegando hasta los 1.726 litros de capacidad.
Tecnológicamente muy dotado
El Mazda CX60 incorpora dos pantallas de 12,3 pulgadas, una para la instrumentación, sencilla, práctica y de muy fácil lectura y otra para el sistema multimedia, que puedes controlar desde un mando redondo giratorio en la consola (sólo es táctil en parado). Bajo esta última pantalla encontramos los mandos del climatizador, todos ellos físicos, calefacción, ventilación de asientos, zona inalámbrica de recarga de móvil y diferentes guanteras.
Motorización
Bajo el capó tenemos un excepcional motor diésel 3.3 litros turbo de seis cilindros en línea. Puedes elegirlo con 200 CV y propulsión trasera o con 252 CV de potencia y un par motor de 550 Nm y tracción total . En líneas generales se trata de un propulsor muy progresivo y refinado.
Mazda ha dotado al CX-60 e-Skyactiv D de un sistema de microhibridación de 48 voltios, con un pequeño motor eléctrico de 12,4 kW que se alimenta de una batería de 0,33 kWh. No mueve al coche por sí solo, pero permite que pueda circular a vela con el motor térmico apagado, y aporta par desde bajas velocidades.
Este motor se asocia a una caja de cambios automática de 8 relaciones y embrague multidisco, que tiene un buen comportamiento, principalmente si priorizamos el confort por encima de la deportividad.
Dinámica
En ciudad el Mazda CX60 se mueve con soltura, aunque no deja de ser lo que coloquialmente se llama un barco, se mueve bastante bien, es algo difícil de aparcar por su tamaño pero la buena posición de conducción, los diferentes sensores y ayudas y la etiqueta ECO facilitan el trabajo.
En carretera, la dirección se muestra muy directa; el volante del Mazda CX60, transmite de forma inmediata por donde debe trazar, además la suspensión es bastante cómoda, aunque tiene ese punto de dureza para que puedas «apretar». Las aceleraciones son muy enérgicas, y el ruido motor en vez de ser molesto, es sinfonía para los oídos (menudo rugido más espectacular), rápidamente alcanzas velocidad de crucero y los adelantamientos son pan comido.
Cuanto te metes en autopista, no encuentras el límite de kilómetros a recorrer; es un diésel y como tal consume, nada. Pero es que además, el Mazda CX60 se mueve con una soltura y agilidad y con una calidad de rodadura, excelente. La insonorización a bordo (lo puedes notar al subir y bajar las ventanillas) unido a lo cómodos que son los asientos, y a las suspensiones, te permite recorrer muchos kilómetros sin notarlo.
Para este confort de marcha o para demandar más potencia, está el cambio de 8 velocidades tipo secuencial, que hace un muy buen trabajo, tanto en autopista, progresivo, cambiando muy suave, como cuando necesitamos más deportividad, que reduce y sube marchas más rápido.
Y si necesitas fuerza, tienes 200 CV a tu servicio, que si bien al principio de acelerar a fondo, le cuesta, luego notas la fuerza que tiene (es espectacular el sonido que tiene el motor al acelerar a fondo). Por cierto, remarcar que esta unidad de 200 CV es de tracción trasera, con lo cual el acelerador en carreteras reviradas o puertos que nos invitan a hacer una conducción más “deportiva”, es aconsejable tratarlo con mimo, porque en curva, con en este tiempo de lluvias y nieblas mañaneras y pisando a fondo, nos podemos llevar un buen susto.
Un consumo realmente bajo
Teniendo claro el uso del Mazda CX60, los consumos son muy bajos. Por autopista y carretera, y después de más de 600 km, arroja una cifra de 5,8 l/100 km y eso que hablamos de un V6 de 3.3 litros y que mueve dos toneladas de peso.
Conclusiones
¿Por qué elegir un diésel? Si viajas con asiduidad, completas más de 20.000 km al año y te gusta un SUV de buen tamaño, sería una opción muy seria de compra. Además TODAS las motorizaciones diésel, vienen con la etiqueta ECO y para colmo, suelen ser los vehículos más baratos de gama.
Esperamos que viendo esta apuesta por los diésel que están llevando a cabo en sus nuevos modelos, principalmente, Mazda y Mercedes, traiga continuidad en otras marcas, porque la verdad nos gusta y no tienen porque desaparecer.
