Seguimos a la cola de Europa en electromovilidad
El Barómetro de Electromovilidad para el segundo trimestre de 2023 vuelve a evidenciar que España avanza en su desarrollo, pero lejos del ritmo del entorno europeo.
Las dificultades administrativas en el proceso de instalación y puesta en marcha se ven reflejadas en los 6.475 puntos que se encuentran fuera de servicio.
Indicador global de electromovilidad
En este periodo, el indicador global de electromovilidad para España, que valora la penetración de los vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público con respecto al objetivo para 2030 según el paquete de medidas Fit for 55, ha aumentado un punto, obteniendo una valoración total de 12 puntos sobre 100.
La media europea se sitúa en 25 puntos, con una mejora en el indicador de 1,5 puntos en el segundo trimestre, aumentando la brecha entre España y el continente.
En este sentido, desde ANFAC se resalta el ejemplo de Portugal que, con un crecimiento de más de dos puntos, se posiciona muy cerca de la media europea y se distancia del bloque de cola de Europa, encabezado por España e Italia.
Las políticas lusas en torno al vehículo electrificado con una fiscalidad orientada a incentivar la adquisición de este tipo de automóviles, especialmente para las empresas, y de un sistema de información y despliegue rápido y eficiente para el desarrollo de infraestructura de recarga, han permitido una notable mejora de Portugal en el indicador global.
Respecto al indicador global por CCAA, Madrid y Navarra se mantienen en el Top del ranking. Cabe destacar el crecimiento de Asturias de 1,9 puntos tras mejorar tanto en mercado como en infraestructura, lo que le permite acercarse a la media nacional.
Mercado de vehículos electrificados
En el segundo trimestre de 2023, el indicador de penetración del vehículo electrificado obtiene una valoración media de 18,9 puntos, que representa un crecimiento de 1,5 puntos, respecto al trimestre anterior
La media española se mantiene muy lejos de los 38,7 puntos sobre 100 que obtiene el conjunto europeo, situando a España 20 puntos por debajo.
España ocupa las últimas posiciones del ranking, muy lejos de los países lideres como Países Bajos, Alemania y Reino Unido, situados por encima de la media europea.
Durante el primer semestre del año, España ha matriculado un total de 55.544 turismos electrificados (BEV+PHEV), cifra que queda muy lejos del objetivo de 190.000 ventas de este tipo de vehículos para todo el ejercicio 2023.
Un objetivo necesario para cumplir con las exigencias de reducción de emisiones impuestas por Bruselas.
Respecto al contexto nacional, todas las regiones mejoran sus registros, siendo Madrid, Navarra e Islas Baleares las que se sitúan en la cabeza del ranking nacional y consiguen los mayores crecimientos durante el segundo trimestre.
Infraestructuras pocas y mal avenidas
En el segundo trimestre del año, España no consigue salir de los puestos de cola del desarrollo de infraestructura de recarga de acceso público en el ranking de Europa.
Según el indicador de infraestructura de recarga, España logra crecer apenas 6 décimas, obteniendo un total de 5,1 puntos sobre 100 y situándose antepenúltima en el ranking del continente.
La media europea logra una valoración de 11,2 puntos.
Nuevos puntos de carga de baja potencia
Durante el segundo trimestre, se han puesto en marcha 2.517 nuevos puntos de recarga de acceso público, lo que para este 2023 suma 4.632 nuevos puntos.
Todavía la infraestructura de recarga de acceso público se mantiene muy lejos, tanto en número como en potencia instalada, del objetivo de 45.000 puntos de recarga necesarios este año y cumplir con los objetivos de reducción de emisiones marcados en el Fit for 55.
Del total de la nueva infraestructura de recarga instalada en el segundo trimestre, 1.843 puntos de recarga tienen una capacidad inferior o de hasta 22 kW.
El 73% del crecimiento de puntos se produce en este rango de potencia baja. Actualmente, solo el 4% de la red de recarga de acceso público (875 puntos en total) en todo el territorio nacional es de potencia superior a 150 kW.
El despliegue de este tipo de infraestructuras de alta potencia, que permite recargas similares a la experiencia de repostaje de un vehículo de combustión interna, es esencial para el desarrollo del vehículo eléctrico y absolutamente prioritaria para la movilidad eléctrica con vehículos pesados.